José Daniel Ferrer: “Acepté el exilio por mi familia, pero no saldré bajo chantaje de la dictadura”

Desde la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, el líder opositor José Daniel Ferrer García envió un manuscrito fechado el 10 de septiembre de 2025 en el que denuncia las torturas y abusos sufridos en prisión, así como las presiones del régimen para forzarlo a salir del país. La carta, firmada por él y divulgada por su hermana Ana Belkis Ferrer, fue acompañada de un llamado urgente bajo la etiqueta #SOSFerrer.

En el texto, Ferrer reconoce que aceptó tramitar el exilio tras el asalto a su vivienda el pasado 29 de abril, con el objetivo de proteger a su esposa e hijos del acoso constante de la Seguridad del Estado. Sin embargo, denuncia que la dictadura ha convertido esa decisión en una herramienta de manipulación para presentarlo como un opositor derrotado o dispuesto a negociar concesiones.

“Quiero dejar bien claro, que si mi vida y la de mi familia dependen de que pida tales cosas, prefiero mi muerte en este campo de concentración al estilo nazi (…) De Cuba solo salgo con mi dignidad y honor en alto y no por mucho tiempo”, advierte.

Torturas, amenazas y manipulación

En su manuscrito, Ferrer describe con crudeza las condiciones en las que sobrevive en la prisión de Mar Verde: golpizas, torturas, amenazas de muerte, robos de alimentos y productos de aseo ordenados por las autoridades penitenciarias. Señala directamente al jefe de la prisión, Vladimir Pineda, de “odiarlo brutalmente” y de permitir que delincuentes comunes con problemas mentales lo agredan y lo provoquen de forma constante.

Afirma que la Seguridad del Estado ha intentado presionarlo incluso en su vida personal, obligándolo a celebrar su matrimonio con Nelva Ismarays Ortega en una fecha vinculada al natalicio de Fidel Castro y grabando videos y audios con el objetivo de desacreditarlo o presentarlo como un supuesto agente del régimen.

Asimismo, denuncia que los agentes de la policía política querían que pidiera a la Iglesia Católica y a la Embajada de Estados Unidos la apertura de un “diálogo” con la dictadura, semejante a negociaciones anteriores que terminaron con la liberación de presos políticos a cambio del alivio de sanciones internacionales.

“Prefiero mi muerte (…) antes que ser instrumento de una negociación vergonzosa”, escribe.

Críticas a la oposición y al mundo libre

En la carta, Ferrer se muestra decepcionado por lo que llama la desunión, el sectarismo y la falta de efectividad de gran parte de la oposición dentro y fuera de Cuba. No obstante, afirma mantener la fe en “los buenos luchadores que quedan” y asegura que seguirá en pie de lucha hasta alcanzar la libertad o morir en el intento.

El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) también critica la postura de la comunidad internacional frente al régimen cubano. Según él, salvo Estados Unidos, el resto del mundo libre ha mostrado una actitud “débil o cómplice” frente a lo que describe como una “criminal tiranía aliada de los principales enemigos de la libertad en el planeta”.

Una decisión marcada por el amor a su familia

Ferrer insiste en que su aceptación del exilio responde únicamente a su deseo de proteger a su familia, acosada y amenazada de manera permanente. Si muriera en prisión, pide que al menos su esposa y sus hijos puedan emigrar a Estados Unidos.

“Solo el amor inmenso que siento por mi familia y mi apego a la lucha no violenta me han hecho mantener la calma (…) Estoy listo para morir, pero no para vivir sin honor, sin dignidad”, concluye.

El manuscrito, escrito “con prisa y bajo la vigilancia de varios enemigos”, cierra con un grito de resistencia:

“¡Viva Cuba libre! ¡Abajo la tiranía! ¡Abajo el hambre y la miseria! ¡Abajo la opresión!”

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias