Vecinos de Cojímar denuncian crisis prolongada de agua: “Nos están acabando entre apagones y falta de agua”

Los habitantes de Cojímar, en La Habana, han alzado su voz a través de un grupo de Facebook para denunciar la crítica situación que atraviesan debido a la falta de agua potable, un problema que aseguran se extiende desde hace más de 20 días sin solución alguna.

“¿Hasta cuándo es el problema del agua en toda Cojímar? ¿Qué se piensan, que somos camellos o gorgojos? No hay agua y tampoco resuelven con pipas para aliviar a algunas familias”, escribió una usuaria que asegura haber intentado comunicarse sin éxito con el presidente del Consejo Popular, cuyo teléfono permanece apagado.

Las quejas se repiten: familias enteras, incluyendo niños, ancianos y mujeres embarazadas, permanecen en condiciones precarias. Según los vecinos, las autoridades locales no responden a los reportes ni ofrecen soluciones.

Testimonios de desesperación

“En Alamar estamos igual, llevamos 25 días sin agua”, comentó otra persona, mostrando que el problema se extiende a varias zonas de la capital. Desde “La Pachanga”, otro residente denunció que la situación se prolonga más de 20 días y exigió que al menos envíen pipas.

La indignación crece ante lo que los vecinos consideran una gestión negligente y corrupta:

“Lo que estamos viviendo es de perros y las pipas ausentes. Aquí ningún dirigente hace nada por el pueblo, lo de ellos es enriquecerse”, expresó una vecina. Otra usuaria señaló que las pipas se venden a precios de hasta 30.000 pesos, generando un negocio que involucra a funcionarios y transportistas: “Dicen que no hay combustible para bombear, pero sí para las pipas todo el día”.

Otros habitantes señalaron además que cuando llega el agua apenas dura unos minutos debido a la mala manipulación de válvulas, lo que hace imposible cubrir las necesidades básicas.

Reuniones sin respuestas

Vecinos de la parte alta de Cojímar relataron que incluso tras reunirse con representantes de Aguas de La Habana y de la policía, las pipas solo se destinaron a los edificios, dejando fuera a las casas particulares. “Se burlaron de nosotros, la mala logística y la manipulación de pipas es evidente”, denunció una residente.

Un problema estructural

La frustración entre los usuarios se traduce también en críticas al sistema. “Hace 25 años cuando logré salir de ese país tampoco había agua, eso solo cambiará cuando cambien de sistema, si no serán 100 años más de falta de todo”, comentó una internauta desde el extranjero.

Mientras tanto, en barrios como Final entre 25 y 26, los vecinos aseguran que han llamado al jefe del territorio sin obtener más que promesas vacías. “Estamos mal con esta situación y nada se resuelve”, lamentó un residente.

Entre apagones y sed

La denuncia colectiva deja claro que la crisis del agua se suma a los prolongados apagones que sufre la población, lo que incrementa el agotamiento de los habaneros. “Hasta cuándo es esto, entre apagones y falta de agua nos están acabando”, se lee en uno de los mensajes más compartidos.

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