EE. UU. deporta a la exjueza castrista Melody González Pedraza tras perder su caso de asilo

La exjueza cubana Melody González Pedraza, conocida por sus fallos contra manifestantes del 11 de julio, fue deportada a La Habana el jueves 25 de septiembre de 2025, tras permanecer 484 días bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos.

González Pedraza llegó a Tampa, Florida, en mayo de 2024 bajo el programa de parole humanitario, pero fue detenida de inmediato al ser identificada como funcionaria del aparato judicial cubano implicada en procesos represivos. Durante su tiempo de servicio como jueza, firmó condenas contra cuatro jóvenes acusados de lanzar cócteles molotov, en un proceso denunciado por organizaciones de derechos humanos como arbitrario y carente de garantías.

La exfuncionaria solicitó asilo político, pero un juez de inmigración rechazó su petición en mayo de 2025, argumentando su historial como parte de un sistema judicial utilizado para castigar la disidencia en Cuba. Tras agotar las vías de apelación, quedó en manos de ICE para su deportación.

Su caso generó controversia dentro de la comunidad cubana en el exilio. Activistas denunciaron que, mientras cientos de opositores pacíficos esperan una oportunidad de asilo, exfuncionarios vinculados a la represión intentan presentarse como víctimas del régimen al que sirvieron.

La llegada de González Pedraza a Cuba se produjo en un vuelo de repatriados coordinado entre Washington y La Habana, aunque las autoridades cubanas no han confirmado oficialmente su identidad entre los deportados. No obstante, medios independientes y fuentes cercanas al proceso ratifican que ya se encuentra en territorio cubano.

El caso de la exjueza revive el debate sobre la política migratoria de Estados Unidos hacia funcionarios del castrismo, y plantea interrogantes sobre la necesidad de aplicar controles más estrictos para evitar que represores se beneficien de programas diseñados para proteger a perseguidos políticos.