Campesino de Santiago de Cuba denuncia brutal agresión y encubrimiento de las autoridades

Un campesino de Santiago de Cuba, identificado como Julio César Abreu Bolaño, ha denunciado un violento ataque, a través de la página Nio denunciando un crimen sufrido en noviembre de 2024 que, a pesar de las pruebas y testimonios, continúa impune debido a la presunta complicidad de las autoridades locales.

El hecho ocurrió el 6 de noviembre de 2024 en la finca donde Abreu trabaja desde 2008 como usufructuario y miembro de la CCS Frank País, en la zona de Laguna Blanca. Esa noche, varios individuos armados con machetes, palos y piedras irrumpieron en el lugar para robar dos bueyes y una vaca. Durante el asalto, Roberto Ayala Reyes, de 69 años, trabajador de la finca encargado de la custodia de los animales, fue brutalmente golpeado y quedó gravemente herido, requiriendo atención médica urgente.

Detenciones iniciales y liberaciones sospechosas

En un primer momento, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) detuvo a algunos de los responsables, identificados como “Darley” y “Lissi”, pero las detenciones duraron apenas unas horas. Según el testimonio del campesino, ambos fueron liberados rápidamente, uno incluso bajo fianza de 20.000 pesos, mientras otros implicados nunca fueron procesados.

Uno de los agresores, Dissan Reyes Batista, alias Lissi, habría recibido protección directa por sus vínculos personales con fiscales de la zona. Abreu denuncia que durante las declaraciones de la víctima, la fiscal Yaicel Gómez Acosta y el mayor Raúl, jefe de instrucción, obstaculizaron testimonios claves que señalaban a “Lissi” como uno de los principales atacantes.

Acusaciones de encubrimiento

El campesino asegura que la liberación de los responsables no fue una simple irregularidad, sino una decisión del “alto mando” para proteger a los implicados. Incluso afirma que dos de los participantes eran soldados de la EJT fugados de sus unidades, sin que hasta hoy se haya actuado contra ellos.

Abreu, inconforme con la falta de justicia, elevó su denuncia hasta el propio presidente designado Miguel Díaz-Canel, sin recibir respuesta efectiva. “Solo pido justicia y basta de impunidad”, escribió en su declaración, subrayando que ha dedicado su vida a la producción de alimentos para el pueblo.

Una víctima marcada por la violencia

El campesino asegura que, a pesar de sus convicciones revolucionarias, se siente traicionado por un sistema que promete justicia, pero que en su caso ha permitido que los agresores continúen libres y amenazando a la comunidad.

Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a Roberto Ayala, el trabajador golpeado, ensangrentado y con graves lesiones, lo que ha despertado indignación entre los habitantes de la zona y en plataformas digitales.

Un caso que simboliza la impunidad

Este caso refleja la profunda crisis de impunidad que se vive en Cuba, donde los vínculos de poder, las relaciones personales dentro de instituciones judiciales y la corrupción dejan a las víctimas desamparadas frente a la violencia.

Julio César Abreu Bolaño insiste en que no busca privilegios, solo que se haga justicia: “He trabajado toda mi vida para producir alimentos, como cualquier humilde cubano merezco que se escuche mi voz y se protejan mis derechos”.

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