Identificada la jueza que condenó a Julio César Duque: Irina Díaz Delis, pieza clave de la represión judicial en Cuba

El caso de Julio César Duque de Estrada Ferrer, de 55 años, condenado en Santiago de Cuba a 4 años y 6 meses de prisión por los supuestos delitos de atentado y desobediencia, continúa generando indignación. Ahora se ha confirmado la identidad de la jueza que firmó esta sentencia: Irina Díaz Delis, quien, junto a los magistrados Hugo Liens Martínez y Noelia Rodríguez Martínez, fue responsable de avalar una condena que la sociedad civil denuncia como una farsa judicial.

Condenado por grabar con su teléfono

Duque de Estrada fue arrestado el 12 de septiembre de 2024 tras intentar grabar con su teléfono la situación en una cola en Santiago de Cuba. Agentes vestidos de civil lo interceptaron, lo golpearon brutalmente y lo esposaron de forma irregular con alambres y los cordones de sus propios zapatos. Pese a que fue víctima de una violenta agresión policial, la versión oficial fabricó cargos de atentado y desobediencia para justificar su encarcelamiento.

La Fiscalía pidió más de cinco años de cárcel y el tribunal finalmente dictó 4 años y medio, ignorando los testimonios, las pruebas del abuso policial y el hecho de que Julio César no tenía antecedentes penales.

La jueza bajo la lupa

Irina Díaz Delis, la magistrada que presidió el tribunal, aparece ahora como responsable directa de avalar esta injusticia. Según denunció el periodista José Raúl Gallego, su firma “arruinó la vida de un ciudadano que en ningún país del mundo iría a la cárcel por grabar con su teléfono”.

Estos fallos, recuerdan activistas, no son independientes. Están condicionados por la policía política y ejecutados por jueces que, ya sea por miedo o complicidad, se convierten en instrumentos de la represión.

Una cadena de impunidad

Este caso refleja el mecanismo mediante el cual el régimen cubano convierte a las instituciones judiciales en cómplices de violaciones de derechos humanos. Lo que debería ser un tribunal imparcial termina funcionando como extensión del aparato represivo del Estado.

Activistas advierten que los responsables de dictar estas sentencias no quedarán impunes: “en algún momento tendrán que rendir cuentas, ya sea ante tribunales internacionales o en los países a los que huyan buscando escapar de la miseria y el descrédito del castrismo”.

Un fallo que desenmascara al sistema judicial cubano

La condena contra Julio César Duque de Estrada Ferrer no solo lo priva de libertad injustamente, sino que expone cómo opera la maquinaria represiva en Cuba:

La policía política actúa con violencia y sin identificarse. La Fiscalía fabrica delitos y exige sanciones ejemplarizantes. El tribunal, encabezado por jueces como Irina Díaz Delis, legitima el abuso.

Este caso se ha convertido en un símbolo de cómo en Cuba pensar diferente, grabar un abuso o simplemente ejercer derechos básicos puede costar la libertad.

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