Comienza en Granma el juicio contra manifestantes del 17 de marzo de 2024

Este martes comenzó en Bayamo, provincia de Granma, el juicio contra varios de los cubanos que salieron a las calles el 17 de marzo de 2024, en una de las mayores protestas registradas en esa región en los últimos años. El proceso judicial se extenderá hasta el 24 de septiembre, según confirmaron a ClickCuba familiares de los acusados.

Las manifestaciones de marzo pasado tuvieron como escenario principal la ciudad de Bayamo, donde cientos de personas se congregaron para exigir alimentos, electricidad y libertad, en medio de una crisis marcada por apagones prolongados, desabastecimiento y una inflación que golpea con fuerza al ciudadano de a pie. Testimonios de aquella jornada recuerdan a los manifestantes coreando consignas como “Patria y Vida”, “Libertad” y el himno nacional, mientras las fuerzas policiales cerraban calles y practicaban arrestos.

Un año y medio después, al menos 17 manifestantes permanecen encarcelados y enfrentan cargos por supuestos delitos de desórdenes públicos, desacato y otros cargos fabricados que, según sus familias, no tienen sustento legal. La Fiscalía ha solicitado para algunos de ellos penas de entre 3 y 7 años de prisión, en un proceso que organizaciones de derechos humanos califican de político y arbitrario.

Los familiares de los acusados denuncian que el juicio se desarrolla bajo un fuerte control de las autoridades, con acceso limitado y presiones a los testigos. También señalan que los acusados fueron detenidos de manera violenta y sin garantías de debido proceso.

La protesta de Bayamo formó parte del estallido social que tuvo como epicentro Santiago de Cuba aquel 17 de marzo y que rápidamente se extendió a otras localidades del oriente del país. Fue la primera gran demostración ciudadana después de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.

Con este juicio, el régimen intenta enviar un mensaje de escarmiento a quienes se atrevan a protestar pacíficamente, en un contexto donde la escasez de alimentos y los apagones continúan marcando la vida de los cubanos.