Ministerio de Turismo de Cuba prioriza a visitantes mientras el pueblo sufre apagones

La reciente caída del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) dejó a gran parte de la población cubana a oscuras y sin servicios básicos. En medio de esta crisis, el Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) emitió un comunicado en sus redes sociales asegurando a los visitantes que “la mayoría de nuestros hoteles y servicios turísticos disponen de generadores eléctricos y recursos necesarios para operar con normalidad”.

La publicación, acompañada de una imagen del malecón habanero, buscaba transmitir “confianza y seguridad” a los turistas, pero provocó una ola de indignación en los comentarios. Muchos usuarios criticaron el contraste entre la atención privilegiada al sector turístico y la realidad que enfrenta la ciudadanía, que permanece horas —o incluso días— sin electricidad ni agua.

Comentarios como “No tienen que decirlo, ya sabemos que quien se jode es el pueblo, el turismo es una realidad paralela a Cuba”, “Qué falta de respeto al pueblo” y “Vergüenza, y al pueblo que le den” reflejan el malestar generalizado. Otros señalaron la ironía de que mientras los hoteles disfrutan de energía garantizada, hospitales y hogares cubanos siguen a oscuras.

Algunos usuarios incluso ironizaron con enviar a sus familiares a refugiarse en hoteles para poder acceder a electricidad y agua. Otros reclamaron empatía, cuestionando el sentido de promocionar un turismo “normal” cuando la vida diaria del cubano se ve paralizada por el colapso energético.

La indignación también vino acompañada de explicaciones técnicas por parte de algunos internautas, quienes recordaron que el sistema eléctrico cubano arrastra décadas de deterioro, con centrales térmicas obsoletas, falta de mantenimiento y dependencia de combustibles importados cuya llegada se ha desplomado.

El anuncio del Mintur ha puesto en evidencia, una vez más, la brecha entre las prioridades del gobierno y las necesidades de la población. Mientras el turismo se presenta como intocable, el pueblo cubano continúa sumido en una crisis energética que afecta directamente su calidad de vida.