
Padre Alberto Reyes denuncia un “genocidio silencioso” en Cuba
El sacerdote cubano Alberto Reyes Pías volvió a utilizar sus redes sociales para alzar la voz contra lo que describe como un “genocidio silencioso” que está cobrando la vida de miles de cubanos sin que exista reconocimiento público ni acciones efectivas para detenerlo.
En una reflexión publicada en su perfil de Facebook, Reyes recurre a una viñeta de Mafalda para ilustrar la indiferencia institucional frente al sufrimiento del pueblo: mientras unos proponen soluciones para erradicar la pobreza, otros prefieren “esconder” a los pobres para no verlos. Una metáfora que, según él, refleja la política de invisibilizar las muertes que asolan la isla.
El sacerdote denuncia que, en un país que “se cae a pedazos”, los derrumbes de edificios y balcones se han normalizado al punto de que las muertes causadas por estas tragedias dejan de ser noticia. También cuestiona la falta crónica de medicamentos que provoca fallecimientos por hipertensión, diabetes descompensada o infecciones que podrían haberse curado con un simple antibiótico.
Reyes advierte sobre el avance de enfermedades como dengue, tuberculosis, lepra y hepatitis, sin que se declare oficialmente una epidemia ni se reconozca la gravedad del problema. A ello suma la muerte de pacientes conectados a respiradores artificiales por culpa de los apagones y la precariedad hospitalaria, un tema que —subraya— está “prohibido” mencionar.
El sacerdote también señala el incremento de la violencia, la proliferación de drogas entre adolescentes, el deterioro de la salud de los presos políticos por falta de atención médica y el alarmante número de suicidios y accidentes fatales en el Servicio Militar Obligatorio, casos que son sistemáticamente silenciados y reprimidos.
“Morimos en casa, morimos en las calles, morimos dentro de la isla, morimos en los mares, morimos en selvas ajenas…”, escribe, insistiendo en que el dolor de las familias queda oculto tras un muro de silencio impuesto por el régimen.
Reyes concluye que, si las autoridades no muestran voluntad de reconocer ni enfrentar estas muertes, será tarea de la sociedad civil “hacer ver a todos los rostros de los muertos” para que no sean olvidados ni borrados de la memoria colectiva.







Deja un comentario