Devuelven 1 millón de los 4 millones robados al tesoro masónico en Cuba: denuncian injerencia del régimen

La masonería cubana atraviesa una de las crisis más graves de su historia reciente, marcada por un escándalo de corrupción y acusaciones de intervención estatal que han sacudido a la Gran Logia de Cuba y profundizado sus divisiones internas.

El caso involucra a Mario Alberto Urquía Carreño, ex Gran Maestro, y Airam Cervera Reigosa, ex Gran Tesorero, señalados como responsables del desvío de más de cuatro millones de pesos cubanos del tesoro masónico hacia cuentas personales. Según una auditoría interna, entre enero y agosto de 2024 Cervera realizó al menos siete transferencias desde las cuentas oficiales hacia su cuenta y otras, manipulando registros bancarios y falsificando facturas, con la complicidad de Urquía.

Devolución parcial y dudas sobre la justicia

En agosto de 2025, ambos devolvieron un millón de pesos como parte del monto malversado, en una operación realizada en presencia de representantes del Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia (MINJUS) y el Banco Nacional de Cuba. El actual Gran Maestro, Mayker Filema Duarte, afirmó que se espera la devolución del resto de los fondos en los próximos meses.

Sin embargo, hasta la fecha, ninguno ha sido procesado judicialmente ni expulsado por la Corte Suprema de Justicia Masónica, lo que ha generado indignación entre los masones y alimentado las acusaciones de que el régimen protege a sus aliados dentro de la institución.

El papel del Ministerio de Justicia

El MINJUS ha negado cualquier injerencia en los asuntos masónicos, pero los hechos apuntan a lo contrario. En enero de 2024, cuando Urquía fue expulsado del Supremo Consejo por un robo previo de 19.000 dólares, el Ministerio invalidó la decisión y lo restituyó en su cargo, provocando una ola de protestas internas.

En mayo de 2025, la Alta Cámara Masónica destituyó a Mayker Filema Duarte por actitudes autoritarias y su negativa a convocar elecciones, pero el MINJUS lo mantuvo en el puesto, profundizando la división en la organización.

La presencia de funcionarios del MINJUS en la devolución parcial del dinero fue vista por muchos masones como una confirmación de la injerencia estatal en una institución que históricamente ha defendido su autonomía.

Resistencia y fractura interna

La intervención del régimen ha provocado una resistencia creciente. El 6 de julio de 2025, un grupo de masones liderado por Juan Alberto Kessel Linares ocupó la sede de la Gran Logia en protesta contra la permanencia de Filema Duarte. Más de un centenar de logias han expresado su rechazo a los líderes apoyados por el régimen, denunciando persecución contra quienes se oponen a esta línea oficialista.

Históricamente, la masonería cubana ha sido un espacio de pensamiento independiente, pero en los últimos años las denuncias de vigilancia, citaciones policiales y detenciones de miembros críticos se han multiplicado.

La denuncia de Ángel Santiesteban

El escritor y opositor cubano Ángel Santiesteban reaccionó a la devolución parcial del dinero con duras críticas al régimen y a los implicados. En su perfil de Facebook escribió:

“La policía devolvió un millón, de los más de 4 millones que Urquía y Cervera desviaron del tesoro de los masones para cuentas personales. Entonces, ¿por qué no han sido procesados y expulsados por la Corte Suprema de Justicia Masónica? ¿Por qué siguen en libertad? El régimen intenta dar un golpe de efecto para manipular a la masa masónica de cara a la Alta Cámara de septiembre, pero será muy difícil engañarnos. Basta de injerencia en los asuntos masónicos. ‘Vergüenza contra dinero’. Ese que han devuelto es tan sucio como las mentes que intentan ganar simpatías para que salga un Gran Maestro oficialista. Y no sucederá”.

Santiesteban aseguró que los masones “no se dejarán engañar” y que la institución mantendrá su dignidad y principios, como lo ha hecho durante más de 160 años.

Un golpe a la credibilidad institucional

El escándalo deja en entredicho la credibilidad de la Gran Logia y expone la fragilidad de su autonomía frente a la maquinaria política del régimen. Mientras no haya un proceso judicial transparente ni sanciones internas efectivas, la sombra de la corrupción y la injerencia seguirá marcando a la masonería cubana.