
Preso político denuncia violencia y hostigamiento en la prisión de Las Mangas, Granma
Desde la prisión provincial de Granma, conocida como Las Mangas, el preso político Fernando Michel Barzaga Mompié, manifestante del 11 de julio de 2021, ha enviado un audio a ClickCuba en el que denuncia las condiciones inhumanas y la violencia sistemática que enfrentan los opositores al régimen dentro del sistema penitenciario cubano.
Barzaga Mompié describe el penal como una “mazmorra” en la que cada recluso dispone de menos de dos metros cuadrados de espacio. Relata que son obligados a afeitarse completamente el rostro sin disponer de medios adecuados y a llevar el cabello casi rapado, en un trato que compara con los campos de concentración nazis. Señala que estas medidas violan incluso los propios reglamentos del sistema penitenciario, con el objetivo de “facilitar para nosotros, los presos políticos, una muerte, lesiones graves o constante hostigamiento a manos de paramilitares presos al servicio del régimen”.
El prisionero político denuncia que el régimen los obliga a convivir con reclusos peligrosos —asesinos, personas con trastornos mentales y reincidentes—, una práctica que considera una táctica deliberada para provocar enfrentamientos. Según explica, esta estrategia busca que los presos políticos respondan con violencia, lo que permitiría a las autoridades presentarlos como delincuentes comunes y no como prisioneros de conciencia.
En su testimonio, Barzaga Mompié afirma haber sido víctima de agresiones desde su detención, al igual que otros presos políticos como Yoandry Gutiérrez Vargas. Menciona un incidente ocurrido el pasado 22 de agosto en el que Pedro Luis Zamora Isaac, manifestante inconforme y detenido por los presuntos delitos de desorden público y atentado, fue atacado y sufrió graves lesiones en la cabeza —requiriendo suturas de 7 y 5 puntos— a manos de Israel Parvo, preso común que actúa como “promotor de disciplina” dentro del penal. Pese a la agresión, Parvo continúa en su cargo bajo la protección de los guardias, y ya había protagonizado provocaciones contra otros presos políticos, como Ariel Arzuaga Peña.
El opositor responsabiliza directamente al gobernante designado Miguel Díaz-Canel por estas condiciones y exige, en nombre de los presos políticos y sus familias, el respeto a la vida, la dignidad y la integridad física y mental de quienes se encuentran encarcelados injustamente. También demanda el fin de las situaciones “creadas y orquestadas por el sistema” para poner en riesgo su seguridad.
Este testimonio se suma a numerosas denuncias previas que apuntan a una política de hostigamiento y represión dentro de las cárceles cubanas, donde la violencia contra los opositores no solo es tolerada, sino fomentada por las autoridades penitenciarias.







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