
Maduro acorralado: de las acusaciones por narcotráfico a la presión naval de Estados Unidos
Nicolás Maduro enfrenta la mayor presión internacional de su carrera política. El gobierno de Estados Unidos ha elevado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura, acusándolo de liderar el Cartel de los Soles, una red criminal incrustada en las Fuerzas Armadas venezolanas y señalada por narcotráfico y vínculos con organizaciones como el Tren de Aragua y el cártel de Sinaloa.
Washington no solo ha aumentado la recompensa: la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro designó oficialmente al Cartel de los Soles como organización terrorista global, lo que implica un bloqueo total de activos bajo jurisdicción estadounidense y sanciones para cualquier persona o empresa que colabore con la red.
Acusaciones judiciales y pruebas clave
El caso contra Maduro tiene base en las acusaciones presentadas por el Departamento de Justicia desde marzo de 2020, cuando lo imputó por narco-terrorismo y conspiración para introducir cocaína en territorio estadounidense en coordinación con las FARC. La narrativa judicial se reforzó en junio de 2025, cuando Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de inteligencia militar, se declaró culpable en un tribunal de Nueva York, confirmando la existencia de operaciones de alto nivel para facilitar el tráfico de drogas desde Venezuela.
Escalada militar
En respuesta a la presión de Washington, que incluye el despliegue de ocho buques de guerra en el Caribe y el Pacífico en una misión antidrogas, Caracas ha movilizado 15.000 soldados, desplegado drones y reforzado su presencia naval. Maduro ha llamado a filas a 4,5 millones de milicianos, especialmente en zonas rurales, en un intento de mostrar músculo frente a Estados Unidos y consolidar control interno.
Crisis interna y aislamiento
Mientras libra esta batalla externa, el mandatario enfrenta una crisis humanitaria de facto sin precedentes: más del 80 % de los venezolanos vive en pobreza y el salario mínimo oficial equivale a menos de un dólar mensual, frente a una canasta básica que supera los 500 USD. El descontento social se agrava con el colapso de programas de asistencia y el deterioro de los servicios básicos.
Maduro hoy
A día de hoy, Maduro gobierna bajo un doble cerco:
Judicial: acusado formalmente en EE. UU., con una recompensa récord por su captura y con su estructura señalada como terrorista. Financiero: cada transacción que toque al régimen corre el riesgo de activar sanciones, dificultando la entrada de divisas y el comercio exterior.
Militar: intenta blindarse con movilizaciones masivas y una narrativa de “defensa de la patria” para mantener cohesionado al aparato militar y político.
En este contexto, su margen de maniobra es cada vez más estrecho. Los gestos cosméticos —como liberar selectivamente presos políticos— parecen insuficientes para revertir el aislamiento y el cerco económico que amenaza la sostenibilidad de su gobierno de facto.







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