Jorge Fernández Era denuncia nuevo episodio de acoso y detención arbitraria en La Habana

El intelectual cubano Jorge Fernández Era denunció en su cuenta de Facebook un nuevo episodio de hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado, que incluyó su detención forzada, la retención bajo el sol durante horas, el intento de realizarle un certificado médico sin su consentimiento y la desaparición de su carnet de identidad.

Fernández Era relató que, tras salir de su vivienda en La Habana el pasado martes, fue interceptado a pocas cuadras por un operativo compuesto por dos policías, un agente de la Seguridad del Estado y el teniente coronel Yoán, quien se desplazaba en moto. El escritor aseguró que fue introducido por la fuerza en un patrullero sin que mediara explicación legal, pese a gritar públicamente que estaba siendo detenido de forma ilegal.

Durante el trayecto, Fernández Era cantó el himno nacional y temas de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Carlos Varela, mientras increpaba a los oficiales con calificativos que, según recordó, en ocasiones anteriores le habían valido golpizas. Esta vez, afirma, recibió la orden de no ser agredido físicamente, aunque fue esposado con tal fuerza que sufrió una herida sangrante en la muñeca.

El operativo incluyó traslados a varias instalaciones, entre ellas la Unidad de la Policía de Infanta y Manglar, el policlínico Girón y el hospital Miguel Enríquez. Según su testimonio, el objetivo era emitir un “certificado de lesiones” previo a cualquier daño, lo que él interpretó como una maniobra para justificar posibles agresiones futuras o fabricar pruebas en su contra. Fernández Era señaló que uno de los agentes insinuó que estaba “loco” o “bajo los efectos del químico”, lo que —alertó— podría ser el pretexto para internarlo forzosamente o inculparlo en delitos inexistentes.

Otro hecho que calificó de grave fue la desaparición de su carnet de identidad, nunca devuelto tras la detención. “Ya aparecerá en alguna escena del crimen para incriminarme”, advirtió, denunciando que esta acción constituye un delito cometido por agentes del propio Estado.

En la unidad policial, los oficiales le incautaron una grabadora que portaba, la cual —según afirmó— hubiera servido como prueba de los abusos cometidos. Finalmente, se le imputó el delito de “resistencia” y se le impuso una nueva medida cautelar de reclusión domiciliaria, pese a que ya cumplía con otra dictada en abril de 2023.

Fernández Era concluyó que lo sucedido demuestra que el “fascismo hace mucho traspasó nuestras puertas” y subrayó que este tipo de acoso, aun sin golpizas visibles, representa una forma más grave y sistemática de represión política en Cuba.

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