
Bolivia rompe con el MAS: Rodrigo Paz y Tuto Quiroga se disputarán la presidencia en segunda vuelta
Bolivia vivió este domingo 17 de agosto una jornada electoral que marca un giro histórico en el panorama político del país. Por primera vez en más de dos décadas, el Movimiento al Socialismo (MAS) quedó prácticamente fuera del escenario electoral, tras obtener un resultado marginal que lo relega al olvido político.
Los comicios dejaron como vencedores en primera vuelta a Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano (centro-derecha), con un 32 % de los votos, y al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, que alcanzó un 27 %. Ambos se medirán en la segunda vuelta prevista para el 19 de octubre.
La sorpresa de la jornada fue el desplome de Samuel Doria Medina, quien llegó a las urnas como favorito en varias encuestas pero apenas alcanzó un 20 %. En cuarto lugar quedó el líder cocalero Andrónico Rodríguez, con alrededor del 8 %, muy por debajo de las expectativas de la izquierda boliviana.
El golpe más duro recayó sobre el MAS, que durante años dominó la política nacional bajo la figura de Evo Morales. Su candidato, Eduardo del Castillo, apenas logró un 3 % de respaldo, confirmando la ruptura de una era. La estrategia de Morales de promover el voto nulo como forma de protesta surtió efecto: casi un 19 % de los votantes anuló su papeleta, un dato sin precedentes en la historia reciente del país.
Una elección en calma y con supervisión internacional
Pese a las tensiones previas, la jornada se desarrolló con normalidad. Misiones de la OEA y la Unión Europea destacaron la transparencia y la participación ciudadana, asegurando que los resultados reflejan fielmente la voluntad popular.
Lo que está en juego en octubre
La segunda vuelta enfrentará dos visiones de país con matices conservadores: la de Rodrigo Paz, que busca presentarse como un rostro renovador, y la de Tuto Quiroga, exmandatario que regresa al primer plano con el respaldo de sectores tradicionales.
El desenlace definirá no solo quién gobernará Bolivia, sino también el fin definitivo de un ciclo marcado por el predominio del MAS y la figura de Evo Morales, que hoy queda reducido a un actor en retirada.







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