
Fallece hijo de 10 años de la presa política María del Carmen Bongo Beltrán en Guantánamo
El dolor de una madre cubana encarcelada por reclamar alimentos para sus hijos se ha convertido en tragedia. José Emilio Nápoles Bongo, hijo mayor de la presa política María del Carmen Bongo Beltrán, falleció a los 10 años en Guantánamo. El menor fue sepultado ayer en medio de un fuerte operativo de la Seguridad del Estado, que incluso confiscó los teléfonos móviles de los familiares para evitar que se difundieran imágenes o testimonios del velorio.
Bongo Beltrán, recluida en el Campamento del Guatao en La Habana, fue trasladada a su provincia natal para dar el último adiós a su hijo. La mujer cumple una condena de cuatro años de privación de libertad por manifestarse en las calles denunciando que no tenía qué comer para ella y sus hijos, un acto por el que el régimen la castigó, dejando a sus dos menores bajo el cuidado de familiares.
Sospechas de envenenamiento
La tragedia se agrava con el delicado estado de salud de la hermana por parte de padre de José Emilio, quien permanece hospitalizada en el Hospital Pediátrico Pedro Agustín Pérez de Guantánamo con pronóstico reservado. Según versiones familiares, ambos niños habrían ingerido caramelos que podrían estar envenenados, aunque las autoridades mantienen un estricto silencio y limitan cualquier acceso a información.
Represión en medio del duelo
El ex preso político Alejandro Garlobo denunció en redes sociales que la Seguridad del Estado confiscó los teléfonos de los familiares durante el velorio, impidiendo tanto la comunicación como la documentación de los hechos. También se restringió la entrada de personas al lugar donde era velado el niño.
“¿Qué temen? ¿Que se sepa la verdad de lo que está pasando? ¿Que el mundo vea el sufrimiento de una madre que ya está pagando el precio de su valentía?”, cuestionó Garlobo en su publicación.
La situación de Bongo Beltrán, quien además enfrenta la amenaza de ser devuelta de inmediato a prisión tras el sepelio, ha generado un profundo rechazo entre activistas y defensores de derechos humanos. Denuncian que el régimen no solo castiga a la madre por expresar públicamente el hambre de su familia, sino que ahora vulnera incluso el momento más doloroso de su vida.
Una dirección bajo vigilancia
El velorio se realizó en la vivienda ubicada en Luz Caballero entre 8 y 9 Norte, Guantánamo, bajo fuerte presencia de agentes de la Seguridad del Estado. Vecinos y allegados describen un clima de miedo, marcado por la vigilancia extrema y la prohibición de grabar o comunicar lo sucedido.
El caso de María del Carmen Bongo Beltrán y la muerte de su hijo de 10 años exponen, una vez más, la crudeza de la represión en Cuba. Una madre encarcelada por reclamar alimentos, un niño fallecido en circunstancias aún no esclarecidas y una familia silenciada en su dolor por la intervención de las autoridades.
Activistas exigen justicia, verdad y la liberación inmediata de la presa política.







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