Tom Cruise conquista a Ana de Armas tras su polémico romance con el hijastro del presidente designado de Cuba

La actriz cubano-española Ana de Armas vuelve a ser noticia, pero esta vez por lo que parece ser la confirmación pública de su relación con el actor estadounidense Tom Cruise, tras meses de rumores. Las imágenes, tomadas el pasado 26 de julio en Woodstock, Vermont, los muestran tomados de la mano y compartiendo momentos íntimos luego de asistir juntos a un concierto de Oasis en Londres. Pero lo que ha encendido las redes no es solo este nuevo romance, sino el eco inevitable de su anterior relación: el controvertido Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Durante meses, Ana de Armas fue duramente criticada por su vínculo sentimental con Anido, a quien muchos identifican como parte de la élite privilegiada que se beneficia del aparato represivo del régimen cubano. Que una actriz de renombre internacional, con una carrera forjada en Hollywood y una historia personal ligada al exilio y a la diáspora cubana, se relacionara con alguien tan vinculado al poder castrista, fue visto como una traición por una parte del exilio.

La polémica creció aún más cuando, en febrero de este año, Ana fue vista cenando con Tom Cruise en Londres, cerca del Día de San Valentín. En ese momento, el romance con Anido seguía activo: solo días después de aquella cena, la actriz regresó a Madrid y fue captada paseando cariñosamente con el hijastro del dictador, quien por entonces residía en su casa. La narrativa oficial hablaba de una “reunión profesional” entre Ana y Cruise, pero hoy, con las nuevas imágenes en Vermont, todo apunta a que el flechazo comenzó mucho antes de lo que se quiso admitir públicamente.

Y así, de pronto, Anido Cuesta pasa de figura mimada del poder a protagonista involuntario de una historia en la que muchos ya lo catalogan como el cornudo de la historia. Porque mientras Díaz-Canel se esfuerza por aparentar estabilidad institucional desde el trono heredado, su hijastro ha sido dejado a un lado —literalmente— por uno de los hombres más poderosos de Hollywood.

Más allá del chisme rosa, lo que este episodio pone en evidencia es cómo el poder cubano busca blanquear su imagen mediante vínculos con celebridades, y cómo esos intentos pueden caer por tierra tan rápido como una historia de Instagram. Ana, con su salto de Anido a Cruise, no solo ha cambiado de pareja, ha cambiado de narrativa: de la sombra de un régimen a la luz de un romance que, al menos por ahora, se cuenta desde el otro lado del océano.

En las redes sociales, el giro ha sido recibido con alivio por muchos cubanos: “Por fin se quitó de encima al representante del desastre”, comentaba un usuario. Otro ironizaba: “Anido debe estar cantando Champagne Supernova… solo y despechado”.

Por ahora, ni Ana ni Tom han hecho declaraciones oficiales sobre su relación. Pero las fotos dicen más que mil comunicados. Y aunque en Hollywood todo puede cambiar en cuestión de semanas, al menos por ahora, la protagonista de Blonde parece haber dejado atrás la historia de una relación que incomodaba tanto a su carrera como a su país de origen.

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