
Estados Unidos denuncia que las crisis económicas de Cuba y Venezuela son fabricadas por sus propios regímenes
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU. denunció este miércoles que las crisis económicas que padecen Cuba y Venezuela no son fruto del azar, sino el resultado directo de políticas deliberadas impuestas por sus gobiernos.
A través de una publicación en la red social X (anteriormente Twitter), el organismo afirmó: “Las crisis económicas de Cuba y Venezuela no son accidentales; son producto de sus regímenes. La corrupción, la propaganda y la represión las mantienen a flote. Las familias enfrentan hambre, apagones y miedo”.
El contundente mensaje fue acompañado de un video donde se observan imágenes de Nicolás Maduro y símbolos del aparato propagandístico estatal, resaltando el uso de los medios oficiales como herramienta de manipulación por parte de ambos regímenes.
Estas declaraciones refuerzan la postura crítica que ha sostenido Washington durante años respecto al autoritarismo y la mala gestión gubernamental en La Habana y Caracas. Según el gobierno estadounidense, las políticas impuestas por estos regímenes no solo han generado un colapso económico interno, sino que también han provocado migraciones masivas, desnutrición, desinformación y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
En Cuba, la escasez de alimentos, medicinas, combustible y electricidad se ha agravado en los últimos meses, mientras continúan los apagones de hasta 20 horas diarias y la inflación descontrolada. En Venezuela, la situación tampoco mejora: pese a un leve repunte económico en sectores específicos, la mayoría de la población sigue sumida en la pobreza y dependiente de remesas y subsidios.
El tuit del Buró del Hemisferio Occidental acumuló más de 25 mil visualizaciones en pocas horas y fue compartido ampliamente por usuarios y activistas críticos de ambos gobiernos.
Con esta nueva declaración pública, el Departamento de Estado reitera que las causas estructurales de las crisis no pueden atribuirse únicamente a factores externos, como las sanciones, sino que responden a decisiones internas sustentadas en el control totalitario del poder, la falta de libertades económicas y la represión contra quienes intentan oponerse.
La administración del presidente Donald Trump ha reforzado en 2025 su retórica contra los regímenes de Cuba y Venezuela, insistiendo en que el retorno a la democracia y la rendición de cuentas son condiciones esenciales para que ambos países puedan iniciar un proceso de recuperación real.







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