“Patria y Vida desde Cabo Verde: Erika León alza la voz por la libertad de Cuba en su graduación”

En la ceremonia de graduación de 12º grado celebrada en la Escuela Salesiana de Mindelo, São Vicente, Cabo Verde, la joven cubana Erika Beatriz León Pérez convirtió su paso por el pasillo en un acto de amor patrio, memoria y valentía. Envuelta en la bandera cubana y sosteniendo su birrete decorado con la frase “Patria y Vida”, Erika caminó con orgullo hasta el escenario al ritmo de la canción símbolo del despertar cívico cubano, mientras exclamaba con fuerza: “¡Libertad para Cuba!”

Ese grito resonó en todo el recinto, no como consigna vacía, sino como el eco de una historia personal cargada de sacrificio. Erika es hija de Yosleivy Pérez Saavedra, oftalmóloga cubana que llegó a Cabo Verde como parte de una misión médica del régimen, pero que decidió no regresar a Cuba y denunciar públicamente las condiciones de explotación en las que viven muchos cooperantes de la isla. Por esa decisión, ha enfrentado represalias y presiones por parte de la embajada cubana, al igual que otros médicos disidentes que han optado por la dignidad antes que por el silencio.

El momento vivido en la graduación fue profundamente simbólico: Erika no solo celebraba la culminación de una etapa académica, sino también el derecho de ser libre, de pensar y expresarse sin miedo. Su presencia con la bandera cubana alzada entre una multitud internacional fue una declaración de principios: Cuba no es el régimen que la oprime, sino su gente, sus jóvenes, sus voces que no se callan.

Este gesto no fue improvisado. Fue el resultado de años de esfuerzo, resistencia y compromiso desde el exilio. Fue una forma de honrar a quienes luchan desde dentro de la isla y a los que han sido obligados a abandonarla. Fue, sobre todo, una afirmación clara de que el futuro de Cuba está en manos de jóvenes como Erika, que no temen decir la verdad.

Desde una escuela en Cabo Verde, una cubana alzó la voz y, con ella, la esperanza de un pueblo entero.

¡Libertad para Cuba!