
En el 4to aniversario del 11J, el régimen cubano recrudece la represión contra presos políticos y activistas
A cuatro años de las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021, el régimen cubano ha desatado una nueva ola de represión dirigida contra los presos políticos del 11J y sus familiares, así como contra activistas que han mantenido viva la memoria de aquella jornada de protesta nacional.
Según información enviada por el activista Alejandro Garlobo a la redacción de ClickCuba, el gobierno ha intensificado las medidas de control y hostigamiento en coincidencia con este aniversario, con el objetivo de evitar cualquier manifestación pública o expresión de solidaridad con los detenidos.
Suspensión de pases en campamentos
Uno de los mecanismos represivos más visibles ha sido la cancelación de los pases habituales que se otorgan a presos recluidos en campamentos de mínima severidad. Garlobo denunció que “en varios campamentos se suspendieron los permisos sin justificación legal, como medida punitiva encubierta”.
Elisa Pérez reportó que en el campamento Ho Chi Minh, ubicado en Mayabeque, se suspendieron los pases programados para el 7 de julio. Por su parte, Sandra Granados, esposa del preso político Eliezet Sesma, confirmó que a su esposo se le ha negado el pase a la vivienda durante todo el mes de julio.
Este tipo de medidas vulnera los derechos básicos de los reclusos y representa una forma de castigo colectivo que impacta también a sus familias.
Hostigamiento a madres y opositores
Además de las restricciones en las prisiones, el régimen ha emprendido una ofensiva directa contra familiares de presos y figuras de la disidencia. Marta Perdomo, madre de los presos políticos Jorge y Nadir Martín Perdomo, ha sido citada a estaciones policiales, en un intento de intimidación y advertencia para que no participe en actos de denuncia en estos días.
La misma táctica se ha aplicado contra otros opositores, como Endrys Arias Meraya, Samuel Pupo Martínez, Liván Hernández Sosa y Leonel Tristá, quienes también fueron convocados a interrogatorios y amenazados con represalias si se sumaban a conmemoraciones o protestas.
Control y miedo como estrategia
La estrategia del régimen es clara: reforzar el control mediante la coerción, impedir cualquier manifestación de resistencia cívica y aislar aún más a los presos políticos de sus entornos familiares y de apoyo social. Estas acciones, sin embargo, solo evidencian el temor del gobierno a que la llama del 11J siga encendida.
Desde ClickCuba, hacemos eco de la denuncia de Alejandro Garlobo y de los familiares y activistas que no han cesado en su lucha por la libertad. A pesar del hostigamiento, la represión y el silencio impuesto, el espíritu del 11J sigue vivo en cada cubano que alza la voz por un futuro libre.







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