El Consejo para la Transición Democrática en Cuba respalda a la masonería ante injerencia del régimen

La organización exige respeto a la autonomía institucional y denuncia las amenazas del gobierno contra la Gran Logia de Cuba

El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) se pronunció este 8 de julio en defensa de la masonería cubana, respaldando su “legítima defensa de la autonomía institucional” frente a lo que denuncian como una clara injerencia del Estado en los asuntos internos de la Gran Logia de Cuba de Antiguos Libres y Aceptados Masones (A.L. y A.M.).

Según la declaración emitida por el CTDC, la acción de los masones para recuperar el control de su sede representa un acto de firmeza cívica y una exigencia legítima de soberanía interna. “En toda sociedad moderna y plural, la autonomía institucional es un principio esencial del orden democrático”, señala el texto, al tiempo que advierte que ningún poder político debería interferir en los procesos establecidos por una organización para su funcionamiento.

El documento denuncia que el gobierno cubano ha respaldado “nombramientos contrarios a lo decidido por los masones cubanos” y ha amenazado con sanciones legales y financieras, lo cual vulnera principios fundacionales de la masonería, así como el derecho a la libertad de asociación reconocido en normas internacionales y en la propia legalidad cubana vigente.

El CTDC hace un llamado a que se restituya inmediatamente el liderazgo elegido por la comunidad masónica y se garantice un proceso electoral libre y plural dentro de la institución. También exhorta al Ministerio de Justicia y demás autoridades a abstenerse de ejercer represión contra una organización con profundas raíces éticas y democráticas en la historia de Cuba.

La organización opositora concluye reafirmando su compromiso con la defensa de la autonomía civil, la separación entre el Estado y las asociaciones ciudadanas, y la protección de los derechos fundamentales. Destaca, además, que la “persistencia organizada, pacífica y valiente” de la masonería constituye hoy “una lección de dignidad institucional que marca un camino posible para el resto de la sociedad”.

Este pronunciamiento se suma a una creciente ola de críticas contra el régimen por su intento de manipular y controlar espacios independientes de la sociedad civil, incluso aquellos con larga tradición en el país como la masonería.