Masones cubanos plantados en la Gran Logia reciben apoyo popular mientras el régimen intenta reprimirlos

Un numeroso grupo de masones se mantiene plantado frente a la sede de la Gran Logia de Cuba en La Habana, en lo que describen como un acto legítimo para recuperar el control de su templo y hacer valer la legalidad dentro de su organización. La periodista independiente Camila Acosta documentó el hecho en sus redes sociales, generando una ola de reacciones de apoyo por parte de cubanos dentro y fuera de la isla.

Según publicó Acosta en su perfil de Facebook, el enfrentamiento se centra en la figura de Filemón (Filema), a quien los masones acusan de ser un usurpador impuesto por el régimen. Este individuo habría acudido a la policía para pedir la represión de los masones que permanecen en el edificio. Sin embargo, los manifestantes insisten en que no buscan violencia ni enfrentamiento político, sino simplemente restaurar el orden legítimo en su institución.

Las imágenes difundidas por Acosta muestran a decenas de masones congregados en las afueras del edificio, resistiendo pacíficamente.

La publicación ha recibido una avalancha de comentarios solidarios. “Como masón, mi total apoyo a mis valientes hermanos, no permitan que la dictadura siga profanando nuestro templo”, escribió Frank Bilbao. Otros usuarios condenaron el intento de intervención del régimen: “Solo en dictadura se ven estas aberraciones”, apuntó Roberto Márquez, mientras Pedro Acosta agregó: “Increíble hasta donde llega la mano de estos dictadores, no respetan nada”.

La indignación se ha hecho sentir más allá de las fronteras. “Apoyando desde Venezuela a mis hermanos cubanos, fuerza y unión”, escribió Diego Eslenk Despaigne Garrido. En la misma línea, Inés Casal exclamó: “¡Abajo la dictadura Castro Comunista!” y desafió al régimen a intentar un desalojo por la fuerza.

El respaldo masivo refleja no solo el respeto hacia los principios históricos de la masonería cubana, sino también el creciente hartazgo de la población ante la constante intromisión del poder político en estructuras independientes.

Mientras tanto, la presencia de los masones continúa firme, en una resistencia que muchos consideran no solo simbólica, sino un llamado a defender lo poco que queda de autonomía civil en Cuba.