Régimen cubano hostiga a familiares de presos políticos y detiene vehículo diplomático de EE.UU. en La Habana

El activista cubano Alberto Fonseca denunció este jueves un hecho alarmante que pone en entredicho el respeto del régimen cubano al derecho internacional: agentes de la Seguridad del Estado impidieron que un vehículo diplomático de la Embajada de Estados Unidos en La Habana se estacionara frente a la vivienda de su madre, Liset Fonseca Rosales, e intervinieron de manera ilegal para identificar a sus ocupantes y obligar a una de ellas a descender.

El incidente ocurrió en el contexto de la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos, que tradicionalmente incluye una recepción en la residencia del embajador norteamericano con invitados de la sociedad civil cubana.

Según relató Fonseca en su perfil de Facebook, en la vivienda también se encontraba esperando Layda Yirkis Jacinto Abad, madre del preso político Aníbal Yasiel Palau Jacinto. El chofer del vehículo diplomático recibió la orden de alejarse una cuadra, momento que fue aprovechado por las autoridades represivas para interceptar el auto. En una acción que vulnera el principio de inmunidad diplomática, los agentes exigieron la identificación de Greisy Oliva —esposa del preso político Nadir Perdomo y nuera de Marta Perdomo, madre también del preso Jorge Perdomo— y la obligaron a bajarse del coche.

“Tres mujeres cubanas, familiares de presos de conciencia, fueron hostigadas por aceptar una invitación oficial de la Embajada de Estados Unidos”, denunció Fonseca. El activista cuestionó duramente el silencio del gobierno estadounidense frente a lo que consideró no solo una violación de derechos, sino una humillación a su representación diplomática: “¿Desde cuándo una dictadura puede detener un vehículo diplomático, identificar a sus ocupantes y obligarlos a descender sin que haya consecuencias?”, se preguntó.

Fonseca enmarcó el hecho como parte de una operación nacional de la Seguridad del Estado para impedir que opositores, activistas y familiares de presos políticos asistieran a la actividad organizada por la embajada norteamericana. “Una actividad pacífica, simbólica, celebrada en territorio diplomático, tratada por la dictadura como si fuera una amenaza”, afirmó.

El activista instó al gobierno de Estados Unidos a responder con firmeza y no limitarse a declaraciones sin acciones. Dirigiéndose directamente al Secretario de Estado —identificado por Fonseca como Marco Rubio— pidió que se actúe con contundencia ante lo que considera una “agresión diplomática” que deja a Washington en una posición de debilidad frente a una dictadura que solo entiende “el lenguaje de la presión y las consecuencias”.

Hasta el momento, ni la Embajada de Estados Unidos en La Habana ni el Departamento de Estado han emitido una declaración pública sobre este incidente.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias