Trump reactiva el NSPM-5 y endurece la política de EE.UU. hacia el régimen cubano

La administración del presidente Donald Trump reinstauró este lunes el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional NSPM-5, marcando un giro firme hacia una política de presión directa contra el régimen cubano y de respaldo abierto a la sociedad civil de la isla.

El documento reactiva oficialmente el memorando original firmado por el propio Trump en 2017, que había quedado sin efecto tras las decisiones adoptadas durante la presidencia de Joe Biden, quien relajó en la práctica varias de sus restricciones, aunque sin revocarlo formalmente. Con su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha decidido restablecer este instrumento como parte de su estrategia hemisférica de contención al comunismo.

Sanciones reforzadas y auditorías al turismo

El nuevo memorando ordena restringir todas las transacciones con empresas controladas por el ejército cubano, incluyendo GAESA, salvo contadas excepciones como ayuda humanitaria, remesas o programas de democratización.

En materia de viajes, refuerza la prohibición del turismo estadounidense a Cuba, exige registros documentales obligatorios a quienes viajen bajo licencias autorizadas y establece auditorías para garantizar que los fondos no terminen en manos del aparato estatal represivo.

Apoyo a medios independientes y sociedad civil

El documento también traza una hoja de ruta para fortalecer la sociedad civil, apoyando iniciativas de libre prensa, acceso a internet, defensa de derechos humanos y promoción de valores democráticos. “La ayuda estadounidense debe empoderar a los ciudadanos cubanos, no a quienes los reprimen”, señala el texto.

Además, se ratifica la suspensión de la política de “pies secos, pies mojados”, desalentando la migración irregular y reafirmando el compromiso con vías legales para quienes buscan escapar de la represión.

Reversión del enfoque aperturista

Durante su presidencia, Biden redujo el cumplimiento activo del NSPM-5 y flexibilizó las restricciones sobre viajes, remesas y relaciones diplomáticas, en un intento por normalizar los vínculos con La Habana. Esa postura fue criticada por organizaciones del exilio cubano y activistas de derechos humanos, que consideraron que la apertura favorecía al régimen sin exigir concesiones.

Con este nuevo memorando, Trump restablece una política de línea dura, buscando cerrar los canales de financiamiento al gobierno cubano y redirigir el apoyo a los sectores independientes dentro de la isla.