Rosa María Payá Acevedo elegida para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2026-2029)

La activista cubana Rosa María Payá Acevedo fue elegida para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para el período 2026-2029, un hecho que marca un giro histórico en la defensa de los derechos humanos en el continente americano. En una declaración pública, Payá expresó sentirse “profundamente honrada” por la confianza que los Estados de las Américas han depositado en ella, y agradeció de manera especial a Estados Unidos por haber presentado su candidatura y respaldado la campaña.

La nueva comisionada asume el cargo en un contexto complejo para la región. “Vivimos en un continente donde la democracia se debilita, la represión crece y millones de personas sufren los efectos del colapso del Estado de derecho”, señaló Payá, quien mencionó como principales víctimas a “niñas, niños, mujeres y perseguidos políticos”.

En su mensaje, la activista destacó que sus prioridades como comisionada estarán centradas en proteger a los más vulnerables, defender la democracia, garantizar la transparencia en la labor de la Comisión y acercar el sistema interamericano a quienes más lo necesitan. Su designación es vista como una apuesta por una CIDH más firme frente a los regímenes autoritarios de la región.

Payá, hija del disidente cubano Oswaldo Payá, asesinado en circunstancias aún no esclarecidas en 2012, rememoró su historia personal como parte de su compromiso con la causa: “Nací bajo la tiranía más larga y sangrienta que ha sufrido nuestro continente”, refiriéndose al régimen cubano. Asimismo, responsabilizó al autoritarismo por el deterioro de las democracias en Nicaragua y Venezuela, y por la crisis migratoria que azota a las Américas.

“El ejemplo de mi padre, quien dio su vida por la libertad, es mi inspiración para defender a todas las víctimas desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, afirmó.

La elección de Rosa María Payá es interpretada por analistas como una señal de apoyo a la disidencia democrática en Cuba y una apuesta por renovar el compromiso hemisférico con los derechos humanos frente a las dictaduras.

“Será un honor servir a todos los pueblos de las Américas”, concluyó la activista, quien asumirá oficialmente su rol en 2026.