Exponen al represor Yoandy Riverón como empresario favorecido por el régimen cubano

El periodista y académico cubano José Raúl Gallego denunció este martes en su perfil de Facebook al oficial de la Seguridad del Estado Yoandy Riverón González, conocido como “Cristian”, por ocultar su rol represivo bajo la fachada de empresario en Cuba, con la complicidad y el respaldo del Partido Comunista.

Gallego señala que Riverón, quien años atrás se dedicaba a reprimir a estudiantes y profesores en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV), ahora lidera una empresa privada llamada “M & Max”, vinculada al desarrollo de perfumes, incluida una fragancia conmemorativa por los 510 años de la fundación de la villa de Remedios. Este emprendimiento, advierte Gallego, se suma a otros negocios montados por Riverón con apoyo institucional, como una fábrica de jabón en Caibarién y una mipyme dedicada a revender productos básicos —algunos importados desde EE.UU.— a través de MercaSurl.

El periodista subraya que estos negocios no serían viables en un entorno de libre competencia y que solo prosperan gracias a los privilegios otorgados por el Estado cubano a miembros leales del aparato represivo. Denuncia también que Riverón ha acumulado una fortuna que le permite viajar al extranjero y recibir promoción gratuita en medios oficialistas como Cubadebate.

“Riverón no es un empresario”, escribe Gallego. “Es un represor, un chivato con licencia del PCC para enriquecerse”. Según el testimonio, Riverón fue responsable directo del hostigamiento, amenazas e interrogatorios a estudiantes que terminaron expulsados de la UCLV, y que hasta hoy no han recibido justicia.

El post concluye con una advertencia sobre la continuidad de estas prácticas. Gallego denuncia que los actuales oficiales de la Seguridad del Estado en Las Villas siguen el mismo patrón represivo contra estudiantes que participaron en las recientes protestas por el alza de precios en los servicios de ETECSA, esperando un futuro de impunidad y privilegios como el que disfruta hoy Riverón.

La publicación ha generado múltiples reacciones, especialmente entre exalumnos y víctimas de la represión en universidades cubanas, quienes han encontrado en el testimonio de Gallego una voz de denuncia frente a una maquinaria de poder que convierte a represores en “emprendedores confiables” para el régimen.