Cansancio e indignación: vecinos de Las Tunas protestan con carteles tras 24 horas sin electricidad

La comunidad de Providencia 4, en el municipio de Majibacoa, Las Tunas, respondió con mensajes escritos en muros al prolongado apagón que los ha dejado sin electricidad por más de 24 horas. Frases como “¡Renuncien!”, “No más apagones”, “¡Basta ya!” y “Dictadura” fueron escritas con evidente indignación por residentes hartos de la inestabilidad del servicio eléctrico.

Las imágenes, difundidas por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, reflejan un creciente descontento popular en una zona donde los apagones se han vuelto rutinarios. Lejos de ser hechos aislados, estos cortes de electricidad prolongados afectan seriamente la vida cotidiana: conservación de alimentos, acceso al agua, y descanso durante las noches calurosas. Para muchos, los apagones se han convertido en el símbolo más tangible de la crisis estructural del país.

Los vecinos de Providencia 4 decidieron alzar su voz de manera simbólica pero contundente, escribiendo sus reclamos en las paredes: “No más apagones”, “Renuncien ya”, “SOS Cuba”, “Dictadura”. Las consignas, aunque simples, resumen el malestar generalizado y la sensación de abandono que impera en muchas comunidades del interior del país.

Desde hace semanas, el sistema eléctrico nacional ha sufrido colapsos frecuentes y el propio ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitió que la situación está “al límite”. Sin embargo, lejos de mejorar, los cortes se prolongan y se repiten con más frecuencia, encendiendo también la mecha del descontento social.

La protesta silenciosa de Providencia 4 se suma a otras expresiones de hartazgo que se han registrado en diferentes provincias del país, donde la población comienza a perder el miedo y expresa abiertamente su rechazo al gobierno designado de Miguel Díaz-Canel.

Mientras tanto, las autoridades guardan silencio ante estas manifestaciones, repitiendo la narrativa del “bloqueo” como única explicación, aunque para los cubanos de a pie, el verdadero bloqueo es interno: una economía colapsada, un gobierno incapaz de garantizar servicios básicos y una represión constante ante cualquier forma de protesta.