Óscar Casanella: “El 24 de junio se define el destino de mi familia”

El biólogo y activista cubano enfrenta su audiencia final de asilo político en Miami, tras años de represión por parte del régimen cubano

Este martes 24 de junio a las 8:30 de la mañana, el biólogo y opositor cubano Óscar Casanella se presentará ante la corte de inmigración en Brickell, Miami, para una audiencia que podría cambiar su vida. “Ese día se definirá el destino de mi familia”, escribió en un emotivo mensaje publicado en su cuenta de Facebook.

Casanella, conocido por su activismo político y sus denuncias contra la dictadura cubana, advierte que, de serle negado el asilo político, podría enfrentar la cárcel o incluso la muerte si es deportado a Cuba o enviado a un país donde la Seguridad del Estado pueda alcanzarlo.

“El mejor de los escenarios es que me concedan el asilo. El peor es que lo nieguen y aumente el riesgo de ser deportado, encarcelado o eliminado físicamente como le ha pasado a otros activistas”, expresó, mencionando los casos de Gorki Águila, Ariel Ruiz Urquiola, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo (Osorbo), los dos últimos aún presos por su activismo.

La represión contra Casanella comenzó por su amistad con los fundadores de la banda de punk rock contestataria Porno para Ricardo, y se intensificó a partir de 2013. En 2021, tras el estallido social del 11 de julio, estuvo sometido a prisión domiciliaria e incomunicado: ETECSA, la empresa estatal de telecomunicaciones, bloqueó los servicios a su familia. En noviembre de ese año, los propios represores le dieron un ultimátum: si no salía del país en 30 días, sería encarcelado.

El 10 de diciembre de 2021 logró salir de Cuba y, poco más de un mes después, el 16 de enero de 2022, cruzó la frontera sur de Estados Unidos por El Paso, Texas. A pesar de haber solicitado una entrevista de “miedo creíble”, esta nunca fue realizada. Fue liberado dos días después con un documento I-220A y comenzó el largo proceso de solicitud de asilo. Su primera audiencia se realizó el 2 de mayo de 2025.

“La policía política cubana ya me tenía sentenciado. El asilo político no es solo una opción, es mi única posibilidad de sobrevivir. Negármelo sería condenarme a la cárcel y a la destrucción de mi familia”, advierte Casanella.

Con este llamado público, el activista pide a sus amigos, compañeros de lucha y a la comunidad en general que lo acompañen moralmente en este momento crucial. “Espero que las autoridades migratorias analicen mi caso y hagan justicia. Por favor, deséenme suerte”.

La audiencia del 24 de junio será decisiva no solo para su futuro, sino también para enviar un mensaje sobre el compromiso de las instituciones estadounidenses con la defensa de los derechos humanos y la protección de quienes huyen de regímenes autoritarios.

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