Nieto de Fidel Castro causa revuelo con video dirigido a Trump: entre el espectáculo y la burla popular

Sandro Castro, nieto del dictador cubano Fidel Castro, volvió a generar controversia en redes sociales tras publicar un video en Instagram dedicado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con un mensaje de apoyo a los inmigrantes del mundo. El gesto, cargado de dramatismo y escenificado frente a una piscina vacía en ruinas, ha provocado un aluvión de comentarios, tanto de burla como de indignación, entre cubanos dentro y fuera de la isla.

“En apoyo siempre a los inmigrantes de todos los países”, escribió Sandro junto al video, en el que ondea banderas de Cuba y México, rodeado de jóvenes vestidos de negro con poses ensayadas. El escenario: el edificio Ríomar, símbolo del deterioro urbano habanero, que contrasta con la estética teatral del video.

Entre lo surreal y lo absurdo

La pieza audiovisual, que en menos de 24 horas acumuló más de 7.000 “me gusta” y 1.500 comentarios, ha sido calificada por muchos usuarios como “una escena sacada de una parodia” y “un episodio de delirio mediático”. Uno de los comentarios más compartidos fue: “Si tu abuelo viviera 😂”, en alusión directa al dictador cubano, cuyo legado parece desdibujarse con cada aparición pública de su nieto.

Reacciones divididas: memes, sarcasmo y críticas

Las reacciones no se hicieron esperar. Algunos usuarios comentaron entre carcajadas:

“El próximo presidente de Cuba, ¿quién se suma?” “Sandro el libertador de las tinieblas 😂” “El video era serio… hasta que llegó el segundo 30 😅”

Otros, sin embargo, expresaron un reclamo más serio y frontal:

“¿Por qué no gritas fuerza para tu país que está cada día peor y el pueblo se está muriendo de hambre?”, escribió una usuaria con más de 300 reacciones a su comentario.

Otro seguidor apuntó: “¿Y por qué el cubano huye de su país a otro?”.

¿Acto solidario o estrategia de autopromoción?

Si bien Sandro intentó presentarse como un defensor de los migrantes en tiempos de creciente xenofobia global, la estética del video, su tono grandilocuente y el contraste con la miseria que vive el pueblo cubano terminaron opacando cualquier posible intención solidaria.

La puesta en escena —que algunos interpretan como una mezcla de activismo performativo y egolatría hereditaria— vuelve a poner sobre la mesa la desconexión entre los descendientes del poder y la realidad nacional. Mientras los cubanos sufren apagones, escasez y represión, Sandro Castro continúa creando contenidos que, más que generar conciencia, alimentan la sátira colectiva.

El nieto del dictador parece haber hallado en Instagram su plataforma favorita para cultivar una imagen pública polémica, a medio camino entre el bufón digital y el influencer revolucionario. Pero, para muchos, lo que revela este episodio no es solo la desconexión generacional dentro del castrismo, sino también el vacío de contenido real tras el espectáculo.

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