Vecinos de Maiquesito, Guantánamo, al borde del estallido social por crisis del agua

En la comunidad de Maiquesito, en Guantánamo, la escasez de agua se ha convertido en una pesadilla diaria. Las cisternas están vacías, las tuberías secas y la desesperación crece entre los vecinos, que denuncian vivir en condiciones inhumanas. Solo cuando protestan, colocan carteles o gritan consignas contra el régimen, aparece alguna respuesta: unas pocas pipas o un chorrito fugaz por la red hidráulica.

Las imágenes enviadas a la redacción de ClickCuba muestran el interior de una cisterna completamente vacía y enmohecida, símbolo del abandono estatal. “Solo cuando alguien se atreve a gritar ‘¡Abajo el comunismo!’ o coloca un cartel en la calle, mágicamente llega el agua. De lo contrario, estamos condenados a la sequía”, cuenta una vecina que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias.

Hace unas semanas, la indignación llegó a tal punto que varios residentes sacaron al delegado del Poder Popular de su vivienda a gritos, exigiéndole una solución inmediata. Al día siguiente, como respuesta a la presión, enviaron cuatro pipas de agua. Desde entonces, el silencio ha sido absoluto.

“Estamos cansados de vivir así. Lo que nos toca ahora es salir a la calle con carteles porque es la única forma en la que nos hacen caso”, asegura otro residente. La amenaza de una protesta abierta está latente y podría estallar en cualquier momento.

Maiquesito no es un caso aislado. Es solo una muestra más de cómo el abandono y la ineficiencia del régimen empujan a las comunidades cubanas al límite, donde el único recurso que les queda es la protesta.