
“La peor experiencia de mi vida”: Turista canadiense denuncia abuso en resort cubano
Lo que comenzó como un viaje de cumpleaños terminó en un episodio traumático que ha dado la vuelta al mundo. Breanna Peebles, ciudadana de Manitoba, Canadá, relató a CityNews lo que vivió durante su estancia en el resort Grand Memories Varadero, en Cuba. Su historia, publicada el 20 de junio, ha desatado indignación en redes sociales y expone una vez más los peligros que enfrentan turistas extranjeros en instalaciones turísticas cubanas.
Peebles viajó sola a la isla a principios de junio. El primer día hizo amistad con una familia hospedada en el resort. Al día siguiente —el día de su cumpleaños— compartió bebidas en la piscina. Poco después de consumir dos cócteles, comenzó a sentirse somnolienta. Intentó regresar a su habitación, pero fue interceptada por personal de seguridad que, en lugar de asistirla, la llevó a otra habitación. Desde ese momento no recuerda nada.
Horas más tarde, despertó desnuda, con golpes, moretones visibles, una uña arrancada y sin su teléfono. En la habitación encontró tres tazas de café idénticas a las que usan los trabajadores del resort, y una nota que decía: “gracias”. Su familia, al no poder contactarla, llegó a reportarla como desaparecida. Al pedir explicaciones, el personal del hotel evitó responder y actuó con evasivas.
Durante el resto de su estadía notó comportamientos extraños entre algunos empleados, lo que aumentó su temor. No presentó denuncia formal en Cuba por miedo y confusión. Solo en su regreso a Canadá, al procesar lo ocurrido, concluyó que había sido víctima de abuso. “Fue la peor experiencia de mi vida. No creo que vuelva, ni siquiera acompañada”, afirmó.
El resort Grand Memories Varadero, operado por Blue Diamond Resorts, no respondió a las solicitudes de comentarios del medio canadiense. Tampoco lo hizo la agencia de viajes RedTag, salvo para informar que se comunicarían directamente con la afectada.
Este no es un caso aislado. En 2020, otra mujer canadiense denunció un hecho similar en el resort vecino Memories Varadero Beach Resort, también gestionado por la misma empresa. A esto se suman numerosas quejas por estafas, pérdida de pertenencias, maltrato y desprotección al turista.
Peebles ha decidido contar su historia públicamente para alertar a otros viajeros. Pide no confiar ciegamente en la imagen de seguridad que proyectan estos destinos. “Uno no sabe qué puede haber detrás de una sonrisa o de una bebida servida con amabilidad”, dijo con firmeza.
Cuba, que durante décadas se promocionó como un paraíso tropical, atraviesa una crisis profunda en su sector turístico. Lo que antes fue una de las principales fuentes de divisas para el régimen, hoy sufre un colapso progresivo. La corrupción, la delincuencia interna y la falta de transparencia están desmoronando la credibilidad del país como destino seguro.
El testimonio de Breanna Peebles es un llamado de atención. Mientras el régimen continúa vendiendo una imagen ficticia al exterior, los visitantes enfrentan una realidad cada vez más hostil. La decadencia del sistema no solo afecta a los cubanos. También golpea a quienes alguna vez vieron en la isla un lugar para vacacionar.







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