Obispos católicos de Cuba lanzan mensaje de esperanza en medio de la crisis nacional

En un contexto marcado por la incertidumbre, el dolor y la desesperanza que atraviesan miles de cubanos, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) ha emitido un mensaje esperanzador con motivo del Año Jubilar, bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”.

Este mensaje, publicado en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, parte del reconocimiento de un país profundamente herido, donde “muchos entre nosotros, creyentes o no, en todos los ámbitos de la vida de la nación, están cada día luchando, amando, sirviendo, incluso con abnegación y sacrificio, por un futuro mejor para el país”.

Los obispos recuerdan que el Año Santo o Año Jubilar, celebrado cada 25 años por la Iglesia Católica, representa un tiempo de gracia y bendición, y han querido responder a la convocatoria del Papa Francisco de mirar hacia el futuro con una mirada común, capaz de unir las diferencias en favor de la esperanza. “La fe en el Señor Resucitado y la confianza en sus promesas, son imposibilidades para el pesimismo y testimonio de la esperanza”, afirmaron.

En su carta, los prelados señalan que en medio de “la oscuridad de nuestros dolores, la angustia de los caminos sin salida y la pérdida de sentido”, urge revitalizar la esperanza. Cuestionan directamente: “¿Cómo revitalizar la esperanza de tantos cubanos?”, e interpelan a toda la sociedad, sin excluir a nadie, a participar en este esfuerzo.

El mensaje es también un llamado a la unidad, al perdón, a la escucha y al servicio, sin respuestas preconcebidas ni ideológicas. “La construcción de una nación más próspera, justa y feliz”, afirman, requiere la inclusión de múltiples puntos de vista, por encima de los intereses particulares.

Los obispos no evitan señalar las causas profundas del sufrimiento del pueblo cubano. Denuncian “la crisis de fe, la desesperanza, el desencanto por los problemas y sus múltiples causas” y exigen un cambio de rumbo: “No podemos resignarnos a seguir viviendo sin esperanza”.

También evocan el duro éxodo migratorio que ha vaciado hogares y separado familias, reconociendo el dolor que implica para quienes han debido abandonar el país, y para quienes permanecen “esperando el regreso de sus seres queridos”. Frente a esa realidad, los obispos aseguran que “el futuro de Cuba debe construirse por todos y para todos”.

Finalmente, invitan a toda la población católica a prepararse espiritualmente para el Año Santo del 2025, propuesto por el Papa, y que tendrá como centro el Jubileo en Roma bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. En Cuba, aseguran, se vivirá de forma especial, con celebraciones, oraciones y encuentros de reflexión.

El mensaje concluye con un acto de consuelo y confianza en la Virgen de la Caridad del Cobre, “nuestra Reina y siempre Madre”, y con un ruego para que Ella abra las puertas del corazón del pueblo cubano a la esperanza y a la paz.

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