Guantánamo recibe reconocimiento oficial en medio de apagones y descontento popular

El periódico oficialista Venceremos de Guantánamo celebró este viernes con bombos y platillos un supuesto reconocimiento nacional a la provincia por su labor de recuperación tras el paso del huracán Óscar, en vísperas del 26 de julio. Sin embargo, la publicación del medio estatal desató una ola de indignación en redes sociales, donde decenas de residentes denunciaron los prolongados apagones, la falta de alimentos y el abandono estatal como parte del día a día que se oculta tras estos “actos de estímulo”.

Según el reporte oficial, el acto se realizó frente a la sede provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), con participación de autoridades locales y militantes. Allí, el primer secretario del PCC en Guantánamo, Yoel Pérez García, elogió “la unidad del pueblo” y agradeció al Buró Político por el reconocimiento, presentado como un logro colectivo en tiempos difíciles.

Pero la versión institucional contrastó de forma tajante con los comentarios de los propios guantanameros en la publicación original, donde se acumularon denuncias por apagones de hasta 22 horas diarias, deterioro de viviendas, microvertederos, alza de precios y el llamado “tarifazo” de ETECSA.

“Imagino que ya no vamos a pasar como ayer 22 horas seguidas sin electricidad”, ironizó la usuaria Aniuska Díaz, mientras que otros criticaron que se premie a una provincia que, según ellos, lidera en apagones y precariedad. “Mérito a la provincia con más apagones”, escribió Livan Mustelier.

Algunos señalaron que aún hay municipios afectados por el ciclón que no han recibido los mandados del mes ni atención básica. Joaquín Pérez Pérez cuestionó que se estimule políticamente a una provincia con serios problemas estructurales: “Todavía hay miles de personas esperando recuperar su vivienda en Baracoa y Maisí”.

La incredulidad también alcanzó a sectores que usualmente permanecen callados. “¿Qué recuperación? ¿Más horas sin luz? ¿Subida de precios? ¿Salir a la calle a ver qué se consigue para comer?”, preguntó Roniel Pineda, quien cuestionó directamente la veracidad del mensaje transmitido por la prensa oficial.

La bandera del 26 de Julio cubría la fachada del edificio del Partido Comunista mientras oradores y artistas intervenían en el acto oficialista. Sin embargo, las imágenes del evento contrastaron con los comentarios que retratan una población exhausta y cada vez más crítica con el discurso triunfalista del régimen.

El evento parece haber sido pensado como parte de los preparativos propagandísticos de cara al Día de la Rebeldía Nacional, pero terminó convirtiéndose en un escaparate del hartazgo ciudadano ante la manipulación oficial. En palabras de un comentarista: “Se ganaron el 26 por aguantones que somos… todo el déficit del país lo estamos cargando nosotros”.

La publicación de Venceremos no solo no logró ocultar el malestar popular, sino que lo visibilizó con más fuerza, evidenciando el profundo divorcio entre la propaganda del régimen y la realidad en la calle.