Muere paciente por negligencia médica en Camagüey: “Decían que era estrés”

María Acela Pérez de Corcho Fernández, de 69 años, falleció el pasado martes 10 de junio en el Hospital Militar de Camagüey a causa de complicaciones severas que, según su familia, fueron provocadas por una cadena de negligencias médicas. El caso fue denunciado públicamente por su hija, Anabel Argüiz, y recogido por el periodista independiente José Luis Tan Estrada en su perfil de Facebook.

“La ignoraron. Lloraba del dolor y decían que era estrés o nervios. Nunca la escucharon”, afirmó Anabel, quien responsabiliza al personal médico por no haber actuado con la urgencia y profundidad que requería el estado de su madre.

Según el testimonio, todo comenzó hace más de un mes, cuando María Acela ingresó al hospital con fiebre persistente, dolores intensos y dificultad respiratoria. Los exámenes iniciales revelaron anemia, lo que llevó a una transfusión de sangre. Posteriormente, se descartó una posible leucemia, y se identificó una deficiencia de vitamina B12. Sin embargo, pese a que la paciente continuaba con fiebre y dolores severos, no se ordenaron nuevas pruebas ni se consultó con especialistas.

“Lo que decían era que todo era emocional, que estaba enferma de los nervios”, lamentó Anabel. Incluso una radiografía que evidenciaba una bronconeumonía aguda no fue tomada en serio. María Acela fue dada de alta sin un tratamiento adecuado ni seguimiento, y regresó a casa en condiciones frágiles.

El desenlace ocurrió el 10 de junio, cuando la mujer fue llevada de urgencia al hospital tras sufrir un colapso. Ingresó en estado crítico, con signos vitales gravemente alterados. A pesar de ser entubada, no pudo resistir y falleció poco después.

La familia exige una investigación que determine responsabilidades y asegure que este caso no quede en la impunidad. “Esto no puede quedar así. No se trata solo de mi madre, se trata de que nadie más tenga que pasar por lo mismo”, concluyó su hija.

En medio del colapso del sistema sanitario cubano, este caso vuelve a poner en evidencia la desprotección que enfrentan los pacientes, especialmente los más vulnerables, ante la falta de diagnósticos certeros, recursos básicos y sensibilidad profesional. La historia de María Acela se suma a una larga lista de denuncias por negligencia en hospitales cubanos.