
Raymar Aguado denuncia amenazas, coacción familiar y un acta absurda por “incitar a defender derechos”
El estudiante universitario Raymar Aguado Hernández relató con detalle cómo fue intimidado, insultado y amenazado por oficiales de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) por apoyar el paro universitario contra el tarifazo de ETECSA. La represión incluyó una “Acta de Advertencia” por promover que los jóvenes defiendan sus derechos
Según el testimonio difundido por el propio estudiante, alrededor de las 11:00 de la mañana una oficial de la PNR —sin identificarse— se presentó en su vivienda para informarle que una patrulla lo esperaba en los bajos del edificio. Fue trasladado a la estación policial de Zanja y Dragones, donde lo esperaban dos oficiales del DSE: uno que se hace llamar “Capitán Jorge” y otro con grado de Primer Teniente, quien desde el inicio —según denuncia— lo abordó con gritos y amenazas.
Una vez en la estación, fue conducido ante un Mayor de la PNR que tampoco se identificó y que, junto con los agentes del DSE, continuó con un interrogatorio cargado de insultos y calificativos como “contrarrevolucionario”, “mercenario” y “anticubano”. Ante estos ataques, Aguado Hernández asegura que respondió con sarcasmo, negándose a ceder ante la intimidación.
Durante el interrogatorio, se le intentó responsabilizar por una supuesta irregularidad ocurrida el día anterior con el Jefe de Sector Oribel Díaz, quien le había entregado una citación que él se negó a firmar. Finalmente, según relata, el propio Mayor terminó reconociendo que él tenía razón en su proceder, evidenciando la falta de preparación legal de los funcionarios.
Posteriormente, se le impuso un “Acta de Advertencia” por supuesta “incitación a delinquir”, bajo el argumento de que estaba promoviendo que los estudiantes defendieran sus derechos universitarios, una acusación que el joven calificó de absurda. El acta fue redactada por el Mayor Anselmo Núñez de Dios, quien, a diferencia de los otros oficiales, mantuvo una actitud respetuosa durante el proceso.
En medio del acoso, fue trasladado a un cuarto sin ventilación como castigo, y más tarde se intentó interrogar a su padre, quien había acudido a la estación con cigarrillos para él. A pesar de la presión, el padre del estudiante no cedió a los intentos de la Seguridad del Estado de que interviniera para disuadir a su hijo de continuar con su activismo.
Raymar también relató haber visto una ficha digital sobre él, con su foto de pasaporte abierta en una computadora. Intentó leer el contenido del acta, pero el Capitán Jorge se negó a facilitársela. Finalmente, el Mayor Núñez de Dios le permitió revisar el documento, donde encontró nombres reales que podrían identificar a los agentes involucrados.
El joven concluyó su testimonio afirmando que no cederá ante las amenazas ni las detenciones arbitrarias:
“Mi dignidad política y mi compromiso con la justicia es más grande que el poder represivo del DSE, de la PNR, del PCC y de cualquier funcionario cómplice”.
Su denuncia se suma a la creciente lista de casos de represión a estudiantes cubanos que en las últimas semanas han alzado su voz contra el incremento del costo de internet, al que califican como un ataque al derecho a la comunicación, a la educación y al trabajo. Las autoridades, lejos de dialogar con el estudiantado, han respondido con tácticas de intimidación, arrestos, citaciones y advertencias ilegales, en una escalada represiva que busca sofocar el incipiente movimiento universitario.
Raymar Aguado Hernández dejó claro que no detendrá su lucha. Su testimonio, detallado y firme, evidencia la brutalidad con la que el régimen responde incluso a los actos más elementales de defensa ciudadana: exigir derechos.







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