
La publicación de Maikel Amelia desata una ola de críticas y reflexiones sobre la realidad cubana
La actriz cubana Maikel Amelia compartió en Facebook una extensa reflexión sobre su decisión de vivir en Cuba y su visión del país, reconociendo las profundas contradicciones del sistema sin alinearse explícitamente con ninguna ideología. Aunque aseguró que habla desde el respeto y el amor por su patria, su mensaje desató una oleada de reacciones, entre apoyos, críticas y duros señalamientos que ponen en evidencia el malestar de muchos cubanos con la situación del país.
Maikel relató su historia familiar, recordando cómo sus abuelos, dueños de negocios antes de 1959, lo perdieron todo tras la llegada del socialismo. Afirmó que, aunque respeta la Constitución cubana y ha elegido quedarse en la isla siendo ciudadana española, no cree en ningún sistema político. Subrayó que la igualdad social es una utopía y pidió un país con más oportunidades, menos odio y más capacidad de entender al otro.
Sin embargo, su publicación no pasó desapercibida. Uno de los comentarios más destacados fue el de Arlex Gallardo, quien le cuestionó cómo puede decirse patriota y creyente si respeta una Constitución que, a su juicio, atenta contra los derechos fundamentales de los cubanos y legaliza el poder absoluto del Partido Comunista. “No eres libre en Cuba aunque lo digas en la televisión”, le recriminó.
Maikel respondió defendiendo su derecho a opinar y aseguró que nunca ha sido censurada: “He dicho lo que he querido siempre y me han respetado”. Esta afirmación fue vista por muchos como una muestra de privilegio y desconexión con la realidad del cubano de a pie.
Otra usuaria, Marcia Gasca, fue más contundente al calificar la Constitución cubana de “aberrante” por declarar la irreversibilidad del sistema socialista y monopolizar el poder en un solo partido. “Esa Constitución no sirve”, afirmó, señalando que incluso derechos como la manifestación pacífica están reconocidos, pero no son aplicables porque no se han legislado.
Comentarios como el de Ismiry Fernández reflejan el enojo de muchos ciudadanos que ven a figuras públicas como Maikel Amelia hablando desde una posición cómoda mientras millones viven en condiciones precarias. “En Cuba ya solo no vives dignamente sino que mueres sin dignidad”, sentenció, tras describir la miseria diaria del cubano común, desde el hambre hasta la falta de medicamentos y servicios básicos.
A pesar de las críticas, también hubo voces que defendieron a la actriz. Algunos usuarios la calificaron de “valiente” y aplaudieron su capacidad de hablar “con amor y sin odio”. Sin embargo, la mayoría coincidió en que sus palabras, aunque cargadas de buenas intenciones, reflejan una visión edulcorada de la realidad cubana y una posición ambigua frente a un régimen responsable del sufrimiento de millones.
La publicación de Maikel Amelia no solo puso sobre la mesa el debate sobre el papel de los artistas en la vida pública, sino que reactivó una discusión más profunda sobre el derecho a opinar, el miedo a expresarse en Cuba y la necesidad urgente de cambios reales. Aunque la actriz intentó mostrarse neutral, su mensaje terminó convirtiéndose en un espejo de las fracturas sociales, políticas y emocionales que atraviesa hoy la nación.







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