
Crece la indignación en redes contra el vicepresidente de la UPEC por justificar encarecimiento de internet en Cuba
Las declaraciones recientes del vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Francisco Rodríguez Cruz, han generado una oleada de rechazo entre los ciudadanos cubanos en redes sociales. En una publicación en su cuenta de Facebook, Rodríguez Cruz escribió: “Clarito, clarito: conexión más cara o desconexión… #TumbaElBloqueo”, en aparente respaldo a las nuevas medidas impuestas por ETECSA, que restringen y encarecen el acceso a internet en la isla.
Lejos de generar apoyo, el comentario fue interpretado como una burla hacia el pueblo cubano, que enfrenta una situación crítica marcada por la miseria, la represión y la falta de servicios básicos. La respuesta de los usuarios fue inmediata y contundente. Diana González, una de las primeras en reaccionar, escribió: “De pinga defender a quienes hasta hace unos años te veían como escoria”.

Otros usuarios denunciaron el uso manipulador del embargo estadounidense como excusa para justificar el fracaso de las políticas internas. Juan Rodríguez Cruz señaló: “Cambiar el sistema político, que es un fracaso, y desaparece el bloqueo. Así de sencillo”. Mientras tanto, Lisvani Peña acusó al funcionario de chantaje, en referencia a lo que muchos ven como una amenaza velada de desconectar al pueblo si no se aceptan las nuevas tarifas impuestas.
El malestar no se limitó a opiniones aisladas. El comentario de Lester Elder Caballero reflejó el sentir general: “Por este tipo de publicaciones deberías ser destituido. Es una falta de respeto a todo el pueblo”. Otros como Lara LP condenaron el chantaje comunicacional, afirmando que “el verdadero bloqueo es interno” y reclamaron el fin del monopolio estatal de las telecomunicaciones, al que calificaron de “corrupto e ineficiente”.
Las críticas también apuntaron a los privilegios que disfrutan los voceros del régimen. Amaury Flores sugirió eliminar los teléfonos corporativos que representan un gasto para el Estado, mientras los ciudadanos deben costear servicios cada vez más inaccesibles.
El rechazo a las palabras de Rodríguez Cruz evidencia el profundo desgaste de la narrativa oficialista y el creciente hartazgo de una población que exige cambios estructurales. El intento de justificar medidas impopulares mediante consignas ideológicas ya no convence a quienes viven las consecuencias de un sistema que ha colapsado en lo económico, lo social y lo moral.







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