
Preso político Dixán Gaínza Moré inicia huelga de hambre en celda de castigo tras denunciar represión en prisión de Kilo 8
Dixán Gaínza Moré, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y preso político condenado a seis años por manifestarse pacíficamente en Camagüey, ha iniciado una huelga de hambre en protesta por las represalias recibidas en la prisión de Kilo 8, donde permanece encerrado en una celda de castigo.
Según reportó el medio independiente CiberCuba, el pasado jueves Gaínza Moré fue amenazado con una medida disciplinaria por parte del oficial conocido como Primelles, tras haber saludado a otro preso político. Como forma de resistencia pacífica, Dixán respondió con consignas como “Patria y Vida”, “Abajo Díaz-Canel” y “Abajo el comunismo”, lo que provocó su inmediato traslado a una celda de castigo por 15 días.
Esta celda, una de las más severas del penal, es utilizada con frecuencia para silenciar a quienes se atreven a denunciar los abusos dentro del sistema penitenciario cubano. El oficial Primelles, quien impuso la sanción, ha sido previamente señalado por actos de violencia y represalias contra otros reclusos.
La familia de Gaínza Moré, de 38 años, ha exigido una fe de vida, ya que desde que fue confinado al aislamiento no han recibido información sobre su estado de salud. El preso político es hipertenso y, según denuncian sus allegados, no está recibiendo atención médica ni los medicamentos necesarios, lo que agrava aún más la situación durante su huelga de hambre.
La condena de Dixán Gaínza fue dictada tras su participación en una protesta en el parque El Cristo, en el centro de la ciudad de Camagüey, donde exigía derechos y libertades para el pueblo cubano. Desde entonces, ha sido objeto de constantes represalias por su firme postura contra el régimen.
ClickCuba se une al llamado de su familia y de la sociedad civil para exigir la inmediata liberación de Dixán Gaínza Moré, así como garantías de su integridad física. La comunidad internacional debe permanecer vigilante ante las graves violaciones a los derechos humanos que continúan ocurriendo en las cárceles de Cuba, donde alzar la voz es castigado con aislamiento, hambre y silencio.







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