20 de mayo: El día de la Independencia de Cuba que el régimen intenta borrar

Este 20 de mayo se conmemora un aniversario más del nacimiento de la República de Cuba en 1902, una fecha clave en la historia nacional que el régimen comunista ha intentado sepultar durante más de seis décadas. Ese día, por primera vez, ondeó la bandera cubana en el Palacio Presidencial de La Habana, simbolizando la transición hacia un Estado independiente y soberano tras siglos de dominio colonial español y varios años de ocupación militar estadounidense.

El primer presidente electo de la República fue Tomás Estrada Palma, un patriota que había sido delegado del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí. Aunque su mandato no estuvo exento de polémicas y errores, Estrada Palma simbolizó en aquel momento la concreción del ideal independentista por el cual lucharon generaciones de cubanos. Fue él quien asumió la responsabilidad de echar a andar las instituciones republicanas, organizar el Estado y sentar las bases de un país que, con luces y sombras, contaba con libertades cívicas, una Constitución, elecciones y pluralismo político.

Durante décadas, el 20 de mayo fue celebrado como Día de la Independencia de Cuba. Era una jornada de orgullo nacional, de reflexión sobre el futuro y de homenaje a los próceres de la libertad. Sin embargo, con la llegada del régimen comunista en 1959, esta fecha fue borrada del calendario oficial. El castrismo impuso el 1ro de enero como el “nuevo inicio” de la nación, desfigurando la historia para hacerla coincidir con su relato revolucionario.

La república nacida el 20 de mayo de 1902 fue imperfecta, como toda obra humana, pero plural, dinámica y abierta al debate. Contó con una prensa libre, una clase media emergente, movimientos obreros y estudiantiles, y una vibrante vida cultural. Todo esto fue sepultado por la dictadura totalitaria que eliminó derechos fundamentales, prohibió los partidos políticos y subordinó la vida del país a un único poder: el del Partido Comunista.

Hoy, el 20 de mayo representa mucho más que una fecha olvidada. Es símbolo de resistencia contra la amnesia impuesta, es memoria histórica frente a la propaganda, y es esperanza para los millones de cubanos que sueñan con recuperar la soberanía popular, las instituciones democráticas y la libertad arrebatada. Recordar a Tomás Estrada Palma y a todos los fundadores de la república es reafirmar que Cuba no nació comunista ni fue diseñada para serlo.

La verdadera independencia de Cuba aún está por completarse, y cada 20 de mayo nos recuerda que esa meta sigue viva en el corazón del pueblo cubano.