Indignación en redes por traslado de cuatro cadáveres en un mismo carro fúnebre en el Cementerio de Colón

La imagen de un carro fúnebre transportando cuatro féretros apilados ha desatado una ola de indignación en redes sociales. La publicación, realizada por Yuriel Fernández, señala que el hecho ocurrió en el Cementerio de Colón, en La Habana, y rápidamente se volvió viral, acompañada de decenas de comentarios que denuncian la profunda crisis del sistema funerario en Cuba y la falta de respeto hacia los difuntos y sus familias.

En la foto, se observa la parte trasera de una furgoneta con al menos cuatro ataúdes cubiertos con telas azules, colocados unos sobre otros de manera precaria. Los comentarios de los usuarios reflejan no solo indignación sino también dolor, impotencia y una denuncia clara al deterioro de los servicios públicos más esenciales.

“Es lo más desagradable del mundo, estamos fritos”, escribió Leonardo Alexander Rendón, mientras que Norma Milanes se limitó a decir “sin palabras”, acompañando su mensaje de emoticones de llanto. Otros, como Benítez Delgado, hicieron una amarga broma: “Cinco con el carro”.

Las denuncias van más allá del hecho puntual. Usuarios como Alejandrina Vázquez relataron sus propias experiencias con el sistema funerario: “Mi madre falleció el año pasado y la montaron en un jeep… es una desvergüenza, no les importa el dolor por el que está pasando la familia”. También se señalaron los problemas con la calidad de los ataúdes. “Las cajas están cayéndose en pedazos, parecen de exhumación después de dos años”, apuntó Leonel López.

Ania Martínez calificó el hecho de “falta de respeto”, mientras que otros, como Alexander Torres, criticaron la discriminación que sufren los pobres incluso después de muertos: “A ciertas personas le ponen carros bien confortables. Eso no solo nos pasa a nosotros los pobres, a nadie le importa”.

Para muchos, esta situación no es nueva, sino un reflejo más de la decadencia institucional que vive el país. “Eso es todos los días”, comentó Naiza Coello con resignación. Y Mercedes Orlaida Sánchez Camacho resumió el clamor colectivo con una exigencia: “Merecemos respeto, exigimos un sepelio digno”.

El caso del Cementerio de Colón es solo una ventana a la crisis generalizada que enfrenta el sistema funerario cubano. La falta de vehículos adecuados, féretros en mal estado y la ausencia de sensibilidad institucional frente al duelo de las familias son síntomas de una realidad cada vez más insostenible. Como bien apuntó una usuaria, “si vivos no te respetan, menos lo harán muertos”.

Este episodio, como muchos otros, vuelve a poner sobre la mesa una pregunta urgente: ¿hasta cuándo se permitirá que la dignidad humana sea pisoteada incluso después de la muerte?

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