Muere en Sancti Spíritus Raúl García Álvarez, agente de la Seguridad del Estado y fotógrafo oficial del régimen

Este sábado se conoció el fallecimiento de Raúl García Álvarez, según informó el periodista Wilfredo Cancio a ClickCuba, un hombre vinculado por décadas al aparato de propaganda y control del régimen cubano. Su rostro no era público, pero su cámara sí: fue fotógrafo oficial del Partido Comunista y uno de los tantos agentes que operaban entre bambalinas para vigilar, reprimir y moldear el relato oficial.

García Álvarez fue enviado a cumplir misión en la República Popular Democrática de Corea, una de las dictaduras más cerradas del mundo. Durante su estancia en ese país, Kim Il Sung, fundador del régimen norcoreano, llegó a apadrinar al hijo que el agente cubano tuvo en ese territorio, un gesto que evidencia el nivel de confianza y complicidad entre ambas tiranías.

Aunque el régimen lo despidió como “un revolucionario ejemplar”, no todos en Cuba lo recuerdan con respeto. Fue señalado como uno de los responsables del acto de censura contra el comentarista deportivo Alberto Águila, a quien expulsaron de los medios oficiales tras emitir criterios incómodos para la narrativa estatal. Aunque Águila no era periodista independiente, su voz fue silenciada por desviarse del guion permitido, y García Álvarez habría jugado un papel clave en esa exclusión.

Más allá de sus fotos y reconocimientos dentro del sistema, su nombre está ligado a la defensa férrea de una maquinaria de censura que durante décadas ha reprimido voces, distorsionado realidades y perseguido a quienes se atreven a disentir.

Raúl García Álvarez representa a toda una generación de funcionarios cuya lealtad al régimen se tradujo en sumisión al poder, complicidad con la represión y silencio ante los abusos.