Álvaro Leyva rompe el silencio y lanza dura carta contra Gustavo Petro: “Sigue siendo víctima de sus propios funcionarios”

En una carta sin precedentes dirigida al presidente de Colombia, Gustavo Petro, el exministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva Durán rompió el silencio tras su salida del gobierno y expuso una serie de graves señalamientos que dejan al descubierto el deterioro interno del Ejecutivo. La misiva, fechada el 19 de abril y recibida por la Presidencia el 22, es un llamado urgente a la reflexión y un retrato crudo del desmoronamiento de la confianza dentro del gabinete presidencial.

Leyva, quien fue una de las figuras clave de la política exterior de Petro, advierte en su carta que tomó la difícil decisión de dirigirse al mandatario luego de semanas de angustia personal por lo que califica como “hechos y situaciones que lo han afectado profundamente”, no solo como político, sino como ser humano. “Nunca fue fácil aproximarlo”, subraya, y revela que su voz fue ignorada incluso en los momentos más críticos de la diplomacia nacional.

El excanciller apunta directamente al círculo íntimo de Petro, al que tacha de cerrado y limitado, afirmando que el presidente “casi nunca” hablaba con sus ministros. Menciona especialmente el caso del exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, quien “en la primera crisis usted lo reemplazó sin haberlo recibido”.

La carta también alude al papel de figuras cuestionadas dentro del gobierno. Leyva confiesa que fue él quien nombró a Armando Benedetti como embajador en Venezuela, y relata que el propio Benedetti le expresó estar en crisis por su adicción a las drogas. Asimismo, hace una mención contundente a Laura Sarabia, exjefa de gabinete de Petro, señalando que se convirtió en “dueña de su tiempo” y que cubría al presidente bajo la excusa de una eventual reunión que nunca se concretaba.

Uno de los pasajes más inquietantes hace referencia a la desaparición del presidente durante una visita oficial a París, un episodio que Leyva califica como embarazoso: “La inteligencia francesa fue incompetente como para no haber conocido su paradero”, y agrega que ya conocía de antes episodios similares, insinuando posibles problemas de salud o dependencia.

Más allá de los detalles personales, Leyva lanza una crítica demoledora sobre el comportamiento reciente del presidente Petro, señalando sus “últimas intervenciones públicas desordenadas con amenazas innecesarias” y un “abuso del poder que se deriva de la jefatura del Estado”. Acusa al mandatario de incitar a la lucha de clases y de presentarse como representante de un inexistente M-19, lo que calificó como un acto provocador.

“Colombia requiere la unión, no la confrontación caótica alimentada desde la jefatura del Estado”, concluye Leyva, con un llamado a evitar un “incendio social”.

Esta carta, escrita con un tono entre la decepción y el deber cívico, no solo refleja la fractura política dentro del gobierno colombiano, sino que también expone la soledad de un presidente rodeado de funcionarios que, según Leyva, lo han hundido en un aislamiento peligroso. La misiva podría marcar un antes y un después en la gestión de Gustavo Petro, justo en momentos donde su popularidad y gobernabilidad enfrentan su prueba más dura.