Madre cubana denuncia hacinamiento escolar y discriminación política en Holguín

“Mi hija está en un aula con 51 niños, y a nadie le importa”, escribió Yenys Fernández Pupo, madre cubana y opositora al régimen, en una denuncia pública en su perfil de Facebook, donde expone la crítica situación del sistema educacional en la provincia de Holguín.

Según su testimonio, su hija, alumna de segundo grado en la escuela Manuel Angulo Farrán, forma parte de un aula compuesta por 52 estudiantes, lo que supera con creces la capacidad adecuada para una enseñanza efectiva. Esta situación, lejos de ser un caso aislado, se repite en otras aulas de la misma escuela, donde un solo maestro se ve obligado a atender a dos grupos simultáneamente ante la grave escasez de personal docente.

“El sistema educacional en Cuba no funciona, y en Holguín menos”, afirmó Fernández en su publicación. La madre asegura que, junto a otras mujeres, intentó buscar una solución directamente con la directora del centro, pero la reunión no arrojó ningún resultado concreto. Una de las madres acudió posteriormente a la Dirección Municipal de Educación para presentar una queja formal, y ahora esperan una respuesta que, según temen, podría no llegar.

Pero más allá del colapso institucional, la denuncia de Yenys apunta a un problema aún más preocupante: el posible rechazo y discriminación contra su hija por motivos políticos. “Nadie quiso asumir el aula por el simple hecho de tener una madre opositora”, denunció. Fernández asegura haber sido víctima de acoso y desprecio por parte de la dirección de la escuela y de algunos miembros del claustro de profesores. “A todos los que van a opinar sobre la escuela, piensen bien, porque pruebas suficientes tengo del acoso”, advirtió.

En su mensaje, agradeció a la maestra Alba por haber acogido temporalmente a los niños durante la semana en curso, pero alertó que, a partir de la semana siguiente, los menores quedarán nuevamente sin maestro asignado.

La publicación generó reacciones inmediatas en redes sociales, donde otros ciudadanos se solidarizaron con la madre y criticaron la gestión estatal. Una de ellas, Miriam Pupo Pérez, expresó en los comentarios:

“¿Cómo es posible que existan aún esos problemas en una escuela donde hay tantos educandos? Esa escuela está en pie por las tantas denuncias que las valientes madres hicieron y aún siguen con el acoso. Es inaudito escuchar tantas barbaridades con tantos maestros desempleados en la calle. Pero es más fácil decir ‘no hay maestros’ y tener todos los niños apilados en una sola aula. Aparte de incómodo, están arriesgando la salud de los niños por tantos virus y enfermedades transitorias. En Cuba existen muchas maneras para que esos niños tengan su maestra.”

La situación denunciada por Yenys Fernández Pupo no es un hecho aislado. Según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), al inicio del actual curso académico 2024-2025, Cuba enfrentaba un déficit de 24.000 maestros, el doble que el curso anterior. Solo en los dos últimos años lectivos, más de 41.000 educadores han abandonado las aulas del país.

Esta pérdida masiva de profesionales se debe, en gran parte, a los bajos salarios, el deterioro de las condiciones laborales y la falta de incentivos. Muchos docentes han optado por migrar a otros sectores o incluso abandonar el país, dejando tras de sí un sistema educativo cada vez más colapsado, donde el hacinamiento, la improvisación y el desgaste emocional tanto para maestros como para estudiantes se han convertido en la norma.

“Yo hago responsable a todos de la salud mental de mi pequeña y de su integridad en la escuela”, concluyó Yenys Fernández, cuya denuncia se suma a la larga lista de voces que exigen un cambio urgente en el sistema educacional cubano.

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