Crisis en la masonería cubana: Gran Maestro busca respaldo del régimen tras negarse a elecciones

La masonería cubana atraviesa uno de sus momentos más críticos tras la negativa del Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Mayker Filema Duarte, a celebrar elecciones generales durante la sesión semestral de la Alta Cámara el pasado 23 de marzo. La comunidad masónica ha calificado el hecho como un “golpe de Estado” y ha denunciado que Filema busca ahora apoyo del régimen cubano para perpetuarse en el poder.

Según reveló Cubanet, varios líderes masones, incluyendo a Filema, el Gran Secretario Juliannys Galano y el Gran Tesorero Juan Carlos Yero, fueron fotografiados saliendo de un automóvil blanco, matrícula W007327, e ingresando a la sede del Ministerio de Justicia (MINJUS) en La Habana el 27 de marzo. Las imágenes desataron una ola de indignación entre miembros de la Orden que acusan al Gran Maestro de pactar con las autoridades del régimen para legitimar su permanencia ilegal en el cargo.

También fue captado ingresando al MINJUS el presidente de la Corte Suprema de Justicia Masónica, Rancel Montero, acusado de liderar una “cacería de brujas” contra masones que se han opuesto a las injerencias de la Seguridad del Estado en la institución. Uno de los casos más notorios es el del escritor y ex preso político Ángel Santiesteban Prats, quien fue expulsado de la masonería tras ofrecer declaraciones a la prensa independiente.

La reunión con el MINJUS ocurrió cuatro días después del colapso de la sesión de Alta Cámara, en la cual Filema abandonó el teatro tras negarse a convocar elecciones, pese a las demandas de los parlamentarios masónicos y lo establecido en la legislación de la Orden.

“Ellos fueron allí para que les aprueben toda la falta de respeto y las violaciones que hicieron el día de la Alta Cámara”, declaró un masón bajo condición de anonimato. La situación recuerda al apoyo que el mismo ministerio brindó en 2024 al entonces Gran Maestro Mario Urquía Carreño, a quien restituyeron en su cargo a pesar de haber sido destituido democráticamente por los masones.

Filema asumió la Gran Maestría en agosto de 2024 tras la renuncia de Urquía, salpicado por un escándalo de corrupción por el presunto robo de más de 19 mil pesos. No obstante, en sus seis meses de gestión, Filema ha sido señalado como una continuidad del control estatal sobre la masonería.

En un comunicado oficial divulgado el 2 de abril, Filema atribuyó lo ocurrido a “una gran confusión” y anunció que la sesión suspendida de la Alta Cámara se reanudará el 24 de mayo. Será entonces cuando los masones de todo el país decidan el futuro de la institución. Sin embargo, en dicho comunicado no hizo mención alguna a su encuentro con funcionarios del régimen.

Las bases masónicas, por su parte, han denunciado la intervención estatal que obliga a las logias a registrar sus acuerdos y actas en el MINJUS, incluyendo la aprobación de reformas internas y cambios de liderazgo. Esta injerencia gubernamental, aseguran, ha llevado a la masonería cubana “al borde del abismo”.

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