
El aliento de la bestia: Agreden a madre cubana tras exigir justicia para su hijo
La activista Tania Tasé denunció este lunes en su perfil de Facebook un nuevo acto de acoso y violencia institucional contra Jenni M. Taboada, madre de un joven cubano condenado a 14 años de prisión sin haber cometido delito alguno, según ha afirmado en repetidas ocasiones. La mujer fue citada a una supuesta “entrevista” en la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) del Capri, donde fue sometida a humillaciones y agresiones físicas por parte de agentes de la Seguridad del Estado.
Según el testimonio compartido por Tasé, los oficiales mostraron especial molestia por una reciente reunión de Jenni con personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. La acusaron de ser una “mala madre” por acudir a instancias internacionales en lugar de quedarse “callada” ante las injusticias cometidas contra su hijo.
Jenni, quien sufrió una isquemia cerebral hace apenas unos meses, no soportó la violencia verbal y respondió con firmeza: “¡Ni el mismísimo singa’o de Díaz-Canel puede decirme eso en la cara, y mucho menos con quién me puedo reunir o hablar! ¡Voy a seguir luchando por la vida y la libertad de mi hijo y estoy lista desde hace rato para que me metan presa!”, gritó dentro de la unidad policial, según relata la publicación.
La respuesta de los agentes fue brutal: al menos siete hombres forcejearon con ella para hacerla callar. Le rompieron la cartera y, como si no bastara, el tristemente célebre agente conocido como “Luisito” se abalanzó sobre ella, la abrazó sin consentimiento y la besó cerca de la oreja.
Jenni quedó visiblemente afectada. La foto que acompaña la denuncia muestra a la madre intentando limpiarse el rostro, víctima del asco y la impotencia provocados por ese contacto no deseado, que Tasé califica como una forma de tortura psicológica y sexual. “Besar y abrazar a una mujer sin su consentimiento es violencia. Es tortura, ¡partía de cochinos!”, escribió.
La intención de los represores, según Tania Tasé, no fue solo intimidar, sino también tomar fotografías del momento para hacerlas circular con el objetivo de desprestigiar a Jenni, insinuando una supuesta colaboración con la Seguridad del Estado. “Ya no les va a funcionar ese truco”, aseguró la activista.
La salud de Jenni está comprometida. Salió con la presión arterial elevada y ha anunciado que realizará una directa mañana para contar lo ocurrido en sus propias palabras. Tasé responsabiliza directamente a los agentes por cualquier deterioro en su estado físico. “Y van a pagar, carniceros”, concluyó.







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