Anciano es asaltado y agredido por pandilla de jóvenes

La creciente inseguridad que enfrenta el pueblo de Cruces volvió a quedar en evidencia tras un violento asalto sufrido por Antonio Cárdenas, un anciano residente en Santa Clara que se encontraba de visita en el municipio para compartir con familiares.

Según la denuncia publicada por un participante anónimo en el grupo de Facebook “Revolico Cruces”, el hecho ocurrió en la noche del sábado, cuando Cárdenas salió a recorrer el pueblo junto a un amigo. Al regresar, por la zona de la línea del tren, el hombre de la tercera edad quedó rezagado mientras su acompañante se adelantaba, lo que fue aprovechado por una pandilla de jóvenes para atacarlo brutalmente.

De acuerdo con el testimonio, los agresores no solo le robaron su teléfono móvil, sino que también lo golpearon y lo mordieron en la oreja y en un dedo, lo que evidencia el nivel de violencia y saña con el que actuaron. Cabe destacar que la víctima tiene problemas de visión, lo que lo hacía aún más vulnerable ante cualquier ataque.

“Hasta cuándo va a seguir la delincuencia en Cruces. El día de mañana puede ser un familiar de nosotros”, se lee en la publicación que busca alertar a los vecinos sobre el peligro en las calles. El denunciante hace un llamado especial a los padres, exhortándolos a no permitir que sus hijos salgan solos o regresen tarde a casa, y en caso de hacerlo, que vayan siempre en grupo.

La frase “pueblo chiquito, infierno grande” que acompaña la advertencia refleja el hartazgo de los residentes ante una situación que parece salirse de control en una localidad donde, tradicionalmente, se respiraba mayor tranquilidad.

Hasta el momento, no se ha conocido una respuesta oficial por parte de las autoridades locales, ni si se ha iniciado una investigación para identificar a los responsables del ataque.

Mientras tanto, el caso de Antonio Cárdenas se suma a la lista de víctimas de una delincuencia que no respeta edad ni condición, y que golpea con fuerza a comunidades pequeñas como Cruces, donde el miedo comienza a apoderarse de sus calles.