Desesperación e impunidad: Un padre cubano denuncia la inacción de la policía ante la amenaza de su hijo drogado

Un padre cubano ha hecho pública su desesperación a través de un video en redes sociales, denunciando la inacción de las autoridades ante la grave situación que enfrenta con su hijo, quien, bajo los efectos de las drogas, ha amenazado con matar a su padrastro. La denuncia, realizada frente a la unidad policial de Capri, en La Habana, exponen la indolencia con la que las instituciones responden a los problemas de los ciudadanos comunes.

El hombre relata que ha acudido en reiteradas ocasiones a la estación policial para solicitar ayuda, pero la respuesta ha sido siempre la misma: largas esperas, burocracia y evasivas. «Ya he venido más de cuatro veces aquí a la unidad esta y siempre me dicen lo mismo», afirma con frustración.

Intentando encontrar otra vía de solución, llamó a la fiscalía para exponer el caso, pero la respuesta fue igualmente ineficaz. Según su testimonio, las autoridades le informaron que deben seguir un protocolo antes de intervenir en una situación de peligro, lo que implica llamar al número de emergencias (106) y esperar la aprobación de un patrullero, incluso en medio de un escenario de potencial violencia extrema. “Mientras estén matando, hay que esperar a ver si aprueban que venga un patrullero”, denuncia el padre.

Prioridades distorsionadas: denuncias ignoradas y patrullas para favores personales

En su denuncia, el hombre también pone en evidencia la corrupción y la arbitrariedad en el uso de los recursos policiales. Mientras él esperaba una respuesta ante una emergencia, presentó cómo agentes utilizaban una patrulla para transportar a dos jóvenes mujeres a sus hogares, insinuando que podrían ser parejas de los oficiales. «La técnica es para llevar a la muchachita que ellos le cuadran a su casa, a la novia, quizás a la querida, no sé a quién», criticó.

Este contraste entre la pasividad de las autoridades ante una situación de peligro real y la rapidez con la que actúan para favorecer a ciertos individuos resalta una de las mayores quejas de la población cubana: el Estado responde de inmediato cuando se trata de proteger sus propios intereses, pero ignora las necesidades de los ciudadanos comunes.

«Para la comunidad no hay respuesta rápida»

El padre, visiblemente angustiado, dejó claro que la seguridad de su hijo, de su padrastro y de cualquier otra persona involucrada en el conflicto depende de una acción que las autoridades no parecen dispuestas a tomar. “Estoy esperando porque el oficial le dije que llamé para la fiscalía y le dije que a él no le importa eso, y no le interesa y me dio la espalda y se fue para adentro”, relató, evidenciando la indiferencia con la que fue tratado.

En un momento de su declaración, el denunciante establece un paralelismo con la rapidez con la que el régimen cubano actúa cuando sus intereses se ven amenazados. “Si vas a hacer algo en contra del gobierno, la respuesta rápida acude al momento, pero para la comunidad no”, aseveró. Y agregó que, si el incidente involucrara la seguridad de una tienda en moneda libremente convertible, la policía actuaría con inmediatez. «Si van a romper una tienda y tú lo avisas, van corriendo al momento porque esa es la divisa de ellos que tienen que cuidarla», dijo.

Esta denuncia se suma a una larga lista de quejas ciudadanas sobre el mal funcionamiento del sistema de justicia y seguridad en Cuba. La falta de respuesta a problemas como la violencia doméstica, la drogadicción y otros delitos graves contrasta con la rápida represión de cualquier actividad que el gobierno considere subversiva. Para este padre cubano, su única opción fue hacer público su caso en redes sociales, con la esperanza de que la visibilización de su situación obliga a las autoridades a actuar.

Mientras tanto, su hijo sigue sin recibir la ayuda que necesita, su familia permanece en riesgo y la policía cubana continúa dando la espalda a los problemas de la gente.

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