Graves denuncias sobre condiciones inhumanas en prisiones cubanas: torturas, hambre y enfermedades

En una reciente publicación en su perfil de Facebook, el activista Garlobo LVV expuso los resultados de su investigación sobre la situación en diversas prisiones cubanas, describiéndolas como “centros de tortura” donde los reclusos, en especial los presos políticos, sufren condiciones extremas de abuso, maltrato y negligencia.

Entre los centros penitenciarios mencionados se encuentran la prisión de Aguacate en Quivicán, el Combinado del Este en La Habana y la prisión de Nieve Morejón en Sancti Spíritus. Según el reporte, las condiciones en estas cárceles son “apoteósicas e inhumanas”, con celdas de castigo y áreas especiales para reclusos con cadena perpetua, donde la convivencia es nula.

Alimentación deficiente y represión creciente

Uno de los puntos más alarmantes es la situación alimentaria de los reclusos. Según Garlobo, la comida es cada vez más escasa, y los gramajes de raciones continúan disminuyendo hasta niveles insostenibles. En muchos casos, los familiares deben hacer grandes esfuerzos para suministrar alimentos a los presos, pero estos son constantemente reducidos o confiscados por las autoridades penitenciarias.

En la prisión de Aguacate, se han reportado enfrentamientos entre reclusos y guardias debido a la desesperación por el hambre. Garlobo menciona un incidente en el que un preso agredió a un oficial con una bandeja después de ser golpeado con una tonfa. Como consecuencia, el recluso fue sacado de la prisión, sin que se conozca su destino.

Enfermedades y negligencia médica

Otro aspecto crítico es la crisis de salud dentro de los penales. En el Combinado del Este, se han reportado numerosos casos de tuberculosis y enfermedades sin la debida atención médica. Según los testimonios recogidos, la falta de asistencia médica es un problema recurrente, agravando la ya precaria situación de los internos.

Además, los familiares que intentan suplir las necesidades básicas de los reclusos enfrentan obstáculos constantes, ya que las autoridades confiscan objetos y alimentos entregados con gran sacrificio.

Aumento de la represión en todas las cárceles del país

El informe de Garlobo también advierte sobre el aumento de la represión en los penales cubanos, que va desde golpizas hasta confinamientos en celdas de castigo. Las protestas dentro de las cárceles son respondidas con castigos extremos, incluyendo la negación de alimentos y el uso de la violencia por parte de los guardias.

Este testimonio se suma a múltiples denuncias previas sobre la crisis del sistema penitenciario en Cuba, donde la población carcelaria, especialmente los presos políticos, enfrenta condiciones que vulneran los derechos humanos fundamentales.

La publicación de Garlobo concluye con un llamado a la comunidad internacional para visibilizar la situación de los presos en Cuba y exigir justicia para aquellos que están siendo sometidos a tratos inhumanos por razones políticas.

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