Cuba: La leche en polvo adulterada que enferma a los niños

En un país donde la escasez y la especulación marcan la vida diaria, la entrega de productos de dudosa calidad se ha convertido en una constante, incluso cuando se trata de la alimentación de los más vulnerables: los niños.

Recientemente, una familia cubana denunció la calidad de la leche en polvo distribuida para niños de hasta un año de edad. Según el testimonio del padre, su esposa no pudo amamantar a su bebé, por lo que comenzaron a darle la leche que les correspondía. Sin embargo, la niña presentó síntomas extraños, lo que los llevó a sospechar de la calidad del producto.

Al probar la leche, descubrieron que tenía más harina que leche, un engaño que no solo viola los derechos del consumidor, sino que pone en peligro la salud de los infantes. Para contrastar, la familia recurrió al mercado informal, donde la leche en polvo real oscila entre los 2,500 y 3,000 pesos cubanos, un precio inalcanzable para muchos.

Pero el problema no terminó ahí. Tras probar la leche distribuida, los adultos que lo hicieron sufrieron problemas digestivos inmediatos, lo que confirma que el producto no solo es de baja calidad, sino potencialmente dañino.

Esta situación plantea varias preguntas urgentes: ¿Cuántos niños han sufrido problemas de salud por consumir este producto? ¿Quién se hace responsable de distribuir leche adulterada a los más pequeños?

En un contexto donde los alimentos básicos se han convertido en un lujo y los cubanos deben recurrir al mercado negro para garantizar una nutrición adecuada, este nuevo escándalo deja en evidencia una vez más el abandono gubernamental y la negligencia de un sistema que ni siquiera respeta la salud de los niños.

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