
El caso Damir: un intento de desacreditar las denuncias de una madre frente al deterioro del sistema de salud cubano
En los últimos días, el caso del niño Damir Ortiz Ramírez, diagnosticado desde hace 10 años con neurofibromatosis tipo 1 (NF1), ha generado una intensa polémica en redes sociales y medios controlados por el régimen cubano. Mientras la madre del menor, Eliannis Ramírez, lleva años denunciando la falta de atención médica especializada que su hijo ha recibido, el régimen ha lanzado una campaña mediática para desacreditar sus afirmaciones, en un evidente intento de encubrir las negligencias cometidas.
El trasfondo del caso
Damir, un niño que ha enfrentado esta compleja condición genética desde muy pequeño, requería de un tratamiento especializado y constante para prevenir la aparición y el agravamiento de tumores asociados a su enfermedad. Sin embargo, según las denuncias de su madre, el acceso a estos tratamientos en Cuba ha sido limitado, lento y, en muchos casos, inexistente.
El régimen ahora intenta resaltar que Damir recibe atención en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez y que, más recientemente, se le suministró el medicamento Koselugo (selumetinib), un fármaco innovador para tratar la NF1. Pero este anuncio llega con 10 años de retraso y solo después de que las denuncias de Eliannis lograran captar la atención internacional.
La campaña de manipulación
Medios oficiales como “Razones de Cuba” y “Habana Noticias” han publicado artículos y mensajes en redes sociales acusando a plataformas independientes y a la madre de Damir de manipular la información. En estas publicaciones, el régimen argumenta que la salud pública cubana ha priorizado el caso del menor, subrayando la supuesta adquisición “a alto costo” de medicamentos de última generación.
Sin embargo, testimonios y documentos filtrados desmienten esta narrativa oficial. La realidad que expone Eliannis Ramírez es que las negligencias acumuladas durante una década han puesto en grave riesgo la salud de su hijo. No fue hasta que las denuncias de la madre ganaron visibilidad que el régimen tomó medidas tardías y desesperadas para mostrar un supuesto compromiso con el caso.
El ataque a Eliannis Ramírez
Además de intentar lavar su imagen, el régimen ha desatado una campaña de descrédito contra Eliannis Ramírez. Fuentes cercanas al caso han señalado que ciberclarias y grupos pro-gubernamentales han inundado las redes con mensajes que intentan culpar a la madre de “exagerar” o “politizar” la situación de su hijo. Estos ataques son un reflejo de la desesperación de un sistema que busca acallar cualquier crítica que exponga su deterioro estructural.
El verdadero rostro de la salud cubana
El caso de Damir Ortiz no es un hecho aislado. Representa la realidad de cientos de familias cubanas que enfrentan a diario la falta de insumos médicos, personal especializado y acceso a tratamientos modernos. Mientras el régimen cubano intenta vender una imagen de éxito y dedicación, la verdad es que su sistema de salud, alguna vez considerado un estandarte, se encuentra en un estado de colapso.
Eliannis Ramírez, lejos de ser una manipuladora, es una madre que ha luchado contra un sistema que prioriza la propaganda sobre la vida de los ciudadanos. Su caso es un recordatorio de que la verdad no puede ser silenciada, y que las voces de quienes denuncian deben ser escuchadas y respaldadas.
En un país donde pensar es un delito y hablar es castigado, Eliannis ha demostrado el verdadero significado de la valentía.







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