
EE.UU. incauta segundo avión oficial al dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha dado un nuevo golpe a la administración de Nicolás Maduro con la incautación de un segundo avión oficial venezolano en menos de un año, marcando un giro hacia la política de presión máxima que caracterizó la primera administración de Donald Trump. La acción, supervisada por el secretario de Estado, Marco Rubio, tuvo lugar en el aeropuerto internacional La Isabela de Santo Domingo, República Dominicana.
Durante una rueda de prensa, Rubio presenció cómo un fiscal dominicano y un representante de las fuerzas del orden de EE.UU. colocaban un cartel de «incautado» sobre un avión Dassault Falcon 200 de bandera venezolana.
“La incautación de este avión venezolano, utilizado para evadir las sanciones estadounidenses y facilitar el lavado de dinero, es un poderoso ejemplo de nuestra determinación de responsabilizar al ilegítimo régimen de Maduro por sus acciones ilegales”, publicó Rubio en X (antes Twitter), al concluir su primera gira por América Latina como jefe de la diplomacia estadounidense.
Rubio aseguró que, en colaboración con la República Dominicana y otros aliados regionales, Washington seguirá combatiendo cualquier intento de Caracas por evadir las sanciones internacionales.
Maduro denuncia un «robo»
Desde Caracas, fuentes diplomáticas que solicitaron anonimato calificaron la incautación como “marketing político estadounidense”, subrayando que el avión estaba retenido desde el año pasado tras haber sido identificado por Washington como una aeronave que violó sanciones.
Según el Departamento de Estado, el avión fue utilizado por funcionarios venezolanos para realizar viajes a Grecia, Turquía, Rusia, Nicaragua y Cuba. Asimismo, se le atribuye haber transportado al exministro de Petróleo, Manuel Quevedo, a una reunión de la OPEP en Emiratos Árabes Unidos en 2019.
El gobierno de facto de Maduro ha denunciado en reiteradas ocasiones las sanciones estadounidenses como un «bloqueo criminal» y ha calificado estas incautaciones como «robos» de bienes estatales.
Precedente: primer avión incautado
El caso del Dassault Falcon 200 no es el primero. En septiembre de 2024, bajo la administración de Joe Biden, EE.UU. incautó un Dassault Falcon 900EX en República Dominicana y lo trasladó a Florida. Según el gobierno estadounidense, la aeronave había sido adquirida por 13 millones de dólares mediante una empresa fantasma y utilizada por Maduro y sus aliados para desplazamientos internacionales.
Este decomiso se produjo en medio de la crisis política venezolana derivada de la reelección de Maduro para un tercer mandato, un proceso electoral ampliamente cuestionado y no reconocido por Washington. La oposición venezolana sostiene que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador de los comicios y que Maduro se aferra al poder mediante un fraude electoral.
Nueva estrategia de la administración Trump
La incautación del Falcon 200 marca el primer gran gesto de la administración de Trump hacia Venezuela tras su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025. A pesar de que su enviado especial, Richard Grenell, viajó recientemente a Caracas para negociar la liberación de seis prisioneros estadounidenses, Rubio ha enfatizado que esto no significa un cambio en la postura de Washington.
“Venezuela es un problema de seguridad nacional, no sólo de falta de democracia. Se trata de un régimen que ha perjudicado a más de siete millones de venezolanos y desestabilizado la región”, declaró Rubio en Guatemala el miércoles.
En paralelo, Grenell ha presionado a Maduro para que acepte el regreso de los venezolanos deportados desde Estados Unidos, una medida que afecta a aproximadamente 600.000 ciudadanos venezolanos que residían bajo protección migratoria.
Venezuela y la escalada de tensiones con EE.UU.
La relación entre Caracas y Washington sigue marcada por la confrontación. En enero de 2024, EE.UU. ordenó la destrucción de un Boeing 747 de carga perteneciente a Venezuela e Irán, que había sido inmovilizado en Argentina desde 2022. Maduro calificó el hecho como un «acto de piratería».
El decomiso del Falcon 200 en República Dominicana es un nuevo episodio en la creciente presión de EE.UU. sobre el chavismo. Con Trump de nuevo en el poder, el escenario político para Venezuela apunta a un retorno de las políticas más agresivas contra el régimen de Maduro.
La pregunta ahora es cuál será la próxima movida de Washington en su estrategia para forzar un cambio político en Venezuela.







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