
Trump retira a EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y acusa a Cuba de encubrir sus abusos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la retirada del país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la suspensión de los fondos destinados a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). En su argumentación, el mandatario incluyó a Cuba, acusando al régimen de utilizar el organismo internacional para encubrir sus violaciones de derechos humanos.
Críticas al Consejo de Derechos Humanos y la UNRWA
Según la Casa Blanca, la decisión responde a la supuesta parcialidad del Consejo de Derechos Humanos contra Israel y a la presencia de países que, a juicio de Trump, tienen historiales cuestionables en materia de derechos humanos, como China, Irán y Cuba. En un comunicado oficial, Washington calificó al Consejo como un “escudo protector” para regímenes represivos que manipulan su participación en la ONU para evitar sanciones y críticas.
“La ONU ha fallado en su misión de promover los derechos humanos. En cambio, permite que dictaduras como la cubana se beneficien de su estructura para encubrir sus crímenes”, declaró un alto funcionario de la administración estadounidense.
Además de la salida del Consejo, Trump congeló el financiamiento a la UNRWA, argumentando que perpetúa la crisis de los refugiados palestinos en lugar de buscar una solución efectiva. Esta medida ya había sido implementada durante su primer mandato en 2018 y ahora se reactiva con el objetivo de presionar a los palestinos a retomar negociaciones con Israel.
Impacto en la relación con Cuba y la comunidad internacional
La inclusión de Cuba en las críticas de Trump no es casual. Su administración ha sido abiertamente hostil hacia el régimen de La Habana, reforzando sanciones económicas y presionando a la comunidad internacional para condenar las violaciones de derechos humanos en la isla. Esta nueva acusación podría intensificar la confrontación entre ambos gobiernos y reforzar la posición de Washington en foros internacionales.
Mientras tanto, la decisión de abandonar el Consejo de Derechos Humanos ha generado reacciones mixtas. Mientras que aliados como Israel han respaldado la medida, argumentando que la ONU tiene un sesgo antiisraelí, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que esto tendrá en la lucha global por la justicia y la protección de las libertades fundamentales.
Por su parte, la Unión Europea ha manifestado su intención de aumentar su apoyo financiero a la UNRWA para mitigar la reducción de fondos provocada por la decisión de Trump. Sin embargo, algunos diplomáticos han reconocido que reemplazar la contribución de Estados Unidos será una tarea difícil.
Un regreso a la estrategia de 2018
La retirada de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos y la suspensión de fondos para la UNRWA reflejan un retorno a la política exterior aplicada por Trump en su primer mandato. En 2018, su administración tomó decisiones similares bajo los mismos argumentos de parcialidad y corrupción en organismos internacionales.
Ahora, con Trump nuevamente en la Casa Blanca, estas acciones parecen reafirmar su visión de que Estados Unidos no debe comprometerse con estructuras multilaterales que, en su criterio, socavan sus intereses. La medida también se enmarca en un contexto de fortalecimiento de la relación entre Washington e Israel, con el primer ministro Benjamín Netanyahu como uno de los principales beneficiados de esta decisión.
La comunidad internacional sigue atenta a las repercusiones de esta política, mientras que en Cuba, la mención de Trump podría desencadenar una nueva ola de propaganda oficialista en rechazo a las acusaciones de Washington. Lo que es seguro es que la relación entre ambos países continúa marcada por la confrontación y la tensión.







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